ST- 12 Ciudades Saludables

El pasado martes 3 de diciembre, en el marco del Congreso Nacional del Medio Ambiente (CONAMA) 2024, se celebró la sesión técnica "Ciudades Saludables", coordinada por AEICE. Durante tres horas, expertos en urbanismo, salud pública y gestión municipal exploraron cómo nuestras ciudades pueden convertirse en herramientas clave para mejorar la calidad de vida. Con un enfoque teórico-práctico, se abordaron estrategias para superar barreras y llevar a cabo transformaciones urbanas con impacto real en la salud física, mental y social.

La sesión comenzó con dos ponencias introductorias que marcaron el tono del debate. Marta Rofín Sarrè, fundadora y directora de Healthy Cities”, desgranó los determinantes urbanos de la salud, ilustrando cómo el diseño del entorno impacta directamente en el bienestar de las personas. A través de ejemplos concretos como el POUM de Vic y la herramienta digital HORUS, Rofín demostró que "el urbanismo puede convertir la opción fácil en la opción saludable". Su mensaje central fue contundente: el diseño urbano no es neutral; siempre tiene un impacto, y debemos aprovechar esta realidad para fomentar entornos que promuevan la salud y la calidad de vida.                                                     

Por su parte, José María Ezquiaga, arquitecto y urbanista, ofreció un recorrido histórico sobre cómo las grandes crisis sanitarias han moldeado nuestras ciudades. "La ciudad del bienestar debe sustentarse en un replanteamiento de las relaciones entre habitantes, medio urbano y naturaleza", afirmó. Ezquiaga destacó la importancia de considerar la salud como un indicador democrático de calidad de vida, subrayando el papel del urbanismo en los estilos de vida que definen nuestras sociedades actuales.                                                         

Tras estas intervenciones iniciales, se dio paso a la primera mesa, moderada por José Ramón Bergasa, que exploró la pregunta central: ¿Cómo podemos llevar a la práctica lo que ya sabemos sobre urbanismo y salud? Participaron representantes de municipios de distintos tamaños y contextos, aportando una rica diversidad de perspectivas.

Juan Palop, director de LPA Studios, destacó la necesidad de repensar los sistemas económicos para que el urbanismo pueda priorizar el impacto social y ambiental. Relató un proyecto transformador en el que un recinto ferial que separaba dos barrios se convirtió en un espacio de conexión comunitaria. Según Palop, "sólo si integramos el urbanismo en una bioeconomía podremos ordenar los factores para generar ciudades saludables”.                                                      

Desde el Ayuntamiento de Soria, Beatriz Carro presentó "Soria Intramuros", una estrategia de regeneración urbana centrada en revitalizar el casco histórico de la ciudad. La arquitecta municipal subrayó la importancia de aprovechar las fortalezas locales para generar impacto sostenible, algo que resonó también en la intervención de Rosalía Herrera Yuste, del Ayuntamiento de Ermua. Herrera expuso el innovador proyecto "Ermua Mugi", en el que se integran la tecnología y la prescripción médica para promover paseos saludables monitorizados. Este enfoque, respaldado por la colaboración intersectorial de servicios sociales, salud y deporte, demostró cómo la cooperación puede amplificar los efectos positivos de las acciones.

Un punto recurrente en las discusiones fue el papel de la administración pública como facilitadora de estos procesos. La eliminación de barreras arquitectónicas, la simplificación de trámites y la escucha activa a las necesidades ciudadanas emergieron como ejes clave para la transición hacia ciudades más inclusivas y saludables.

La segunda mesa redonda, aunque no se abordó en profundidad en mis apuntes, prometía cerrar la sesión reflexionando sobre cómo superar las barreras administrativas y sociales para implementar estrategias de calidad de vida.                                                    

CONCLUSIÓN

La sesión "Ciudades Saludables" dejó una reflexión clave: diseñar entornos urbanos que promuevan la salud no es una opción, es una responsabilidad. Como subrayaron los ponentes, la ciudad no puede ser neutral; cada decisión urbanística tiene un impacto, ya sea positivo o negativo, en la calidad de vida de las personas. La colaboración entre administraciones, técnicos y ciudadanía es el puente necesario para transformar las teorías en acciones tangibles.

El debate en Conama 2024 invita a un compromiso colectivo: pensar nuestras ciudades no sólo como espacios funcionales, sino como motores de bienestar. Este desafío no sólo atañe a los urbanistas, sino a todas las personas que habitamos y construimos el futuro de nuestras comunidades.

Por: Soraya Pujol Suano

Perfil de LinkedIn

03/12/2024                         

 

Esta investigación ha sido financiada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico pero no expresa la opinión del mismo.

            

Top Cashback Casino Offers – AU Players Only Top Crypto Casinos India – BTC, ETH & USDT Play Love Without Labels: Dating Across Life Stages