SD-12 - Actuaciones para la recuperación del Mar Menor. Organiza: Entidad Regional de Saneamiento y Depuración (ESAMUR). Región de Murcia

El Mar Menor ha sufrido durante los últimos años un grave deterioro. Ya en los años 70, ocurre una salinización por sobreexplotación de los acuíferos, y más tarde, dando la vuelta a esta situación, se produjo un aumento del nivel freático, ocasionando problemas como el aumento de aportes de agua dulce y nutrientes que llevaron en 1016 a la crisis eutrófica con un Bloom de fitoplancton y tras su recuperación, se produce una DANA en 2019 que provoca un nuevo aumento de aporte de agua dulce y nutrientes que da lugar a un periodo de anoxia, que se repite en 2021 produciendo una gran mortandad de peces y crustáceos.

En este sentido, la sesión nos muestra tanto las diferentes problemáticas existentes en la actualidad en el entorno del Mar Menor, como las actuaciones que se están llevando a cabo en la zona para su recuperación.

Como nos cuentan varios ponentes, el Mar Menor es la mayor laguna salada de Europa, con 135km2 de superficie, 5 islas interiores y varios humedales periféricos asociados. Lo que lo convierte en un área de especial interés ecológico con unas características únicas que debemos proteger.

Así comienza la sesión Javier Gilabert, de la Universidad Politécnica de Cartagena, hablándonos de la monitorización adaptativa en el mar menor. Para tal fin, tenemos 22 instrumentos fijos de medición, entre los que encontramos 2 estaciones en AEMET, 7 sensores de elevación del nivel del mar, 4 boyas perfiladoras nowtilus que permiten saber el perfil vertical, 7 correntímetros y 2 sensores de oleaje. Y una monitorización móvil compuesta de perfiles verticales distribuidos en 12 estaciones. Con ellos se realiza un trabajo conjunto en el que el proyecto OPAL, miden los sedimentos para conocer la contaminación mientras que la Universidad Politécnica de Cartagena estudia tanto el zooplancton como el fitoplancton.

Además, cuenta con sensores de monitorización de oxígeno disuelto, helicópteros y satélites de teledetección y un servicio de datos científicos, una plataforma que recibe datos de las diferentes campañas para elaborar un mapa tridimensional para cada parámetro que permite visualizar el estado del Mar Menor a cualquier profundidad y fecha. Todo ello hace que exista una gran disponibilidad de información de la laguna del mar menor.

Nuestro siguiente ponente, Francisco Marín, director general de medioambiente, nos explica como el diagnóstico de la problemática del mar menor fue consensuado, existiendo normativa específica, pero sin un instrumento para administrar y gestionar de forma concreta el Mar Menor. Por lo que alcanzar un modelo de gestión adaptado a las características socioeconómicas del mar menor y comprometido con el entorno físico y social es vital, ya que “si vamos por los atajos, no conseguiremos resolver los problemas del mar menor”.

Para conocer los problemas en detalle, Jose Luis García Aróstegui, investigador del IGM, nos explica la importancia de los acuíferos del campo de Cartagena en relación con el mar menor y el desequilibrio que existe en los flujos de agua. Considerando “El recurso invisible de las aguas subterráneas”. En este sentido, nos enseña que debemos tener en cuenta la geometría y funcionamiento de los diferentes acuíferos que se encuentran en la zona, en especial la del acuífero cuaternario superior, del campo de Cartagena, un acuífero multicapa, focaliza su estudio en el acuífero cuaternario, compuesto de arcillas y limos, poco permeables y de poco caudal, lo que hace que el flujo de agua subterránea sea lento. Siendo en este acuífero superficial donde se produce la recarga principal.

Durante toda la sesión hemos podido observar cómo actualmente existe un balance con un mayor aporte de agua frente a las salidas, dando problemas como un aporte excesivo de agua dulce en la laguna del mar menor. Y en este sentido Jose Luis García nos invita a reflexionar sobre qué pasaría si quitamos la explotación por bombeo o la reducimos, ya que obviamente, este repercutiría en el Mar Menor.

Históricamente, en el acuífero cuaternario, en los años 60 existía una intrusión marina, debido al bombeo de agua de pozos, dando problemas de salinización del acuífero, es decir, el agua del mar menor, entraba dentro del acuífero, un incremento de la superficie de regadío abastecida de agua de los acuíferos profundos, hizo que los niveles empezaran a recuperarse hasta la situación actual, donde tenemos un acuífero completamente lleno. Recientemente, en los últimos años, asociado a los eventos de fuertes precipitaciones y descenso de extracciones por bombeo ha provocado que en algunos puntos se esté llenando más, haciendo que el agua salga en superficie y manteniendo más los tiempos de drenaje aguas abajo.

En este año, donde el acuífero se ha llenado en exceso, han aparecido sondeos surgentes, donde los niveles se han situado a medio metro en algunos lugares, saliendo agua en superficie. En esta línea de trabajo, se han visto muy pocos puntos donde exista una influencia directa del riego, pero si existe en la movilización de contaminantes.

Por otra parte, nos muestra como las grandes diferencias observadas en las concentraciones de nitratos obtenidas, hace que los datos no sean fiables, ya que existe una media de 5 campañas en 4 años, una toma de muestras en pozos no renovados, en áreas donde se sitúan montones de estiércol o diferentes periodos de tomas de muestran, que pueden falsear los resultados, por lo que la red de control no es fiable.

Por estos motivos, hay que considerar el papel que tiene el acuífero superior del campo de Cartagena para conocer los problemas de eutrofización del mar menor. Y debemos reconsiderar el sistema de toma de datos.

En cuanto a los espacios protegidos del Mar Menor nuestro siguiente ponente, Juan Faustino Martinez Fernandez, subdirector general de patrimonio natural y cambio climático, nos explica que suman 21 hábitats de interés comunitario, 3 marinos y 18 terrestres, con 6 prioritarios, 10 muy raros, 8 raros y numerosas especies de flora y fauna protegidas. Se diferencian tres grandes grupos de hábitats: marinos, dunas y de saladar y estepa salina. Esto hace que se establezcan diferentes zonas de protección conteniendo 1 área ZEC, y 2 zonas ZEPA dentro de la normativa europea, 1 Parque regional y 2 paisajes protegidos y 2 humedales dentro del convenio RAMSAR y 1 zona ZEPIM del mediterráneo.

“La protección no es el fin en sí mismo, si no que, es el primer paso para gestionar y conservar los sistemas naturales”. Por ello, los Planes de gestión integral de los espacios protegidos del mar menor regulan las actividades sobre las zonas protegidas y no sobre la cuenca, aunque están conectadas.

En octubre de 2019, tras un episodio de anoxia derivado de una DANA, se aprueba el plan de gestión, con 2 procesos de información pública con más de un 80% de las alegaciones aceptadas total o parcialmente. Cuyo objetivo principal es la conservación de los elementos naturales, con un marco de gobernanza en un marco de cooperación y participación de las administraciones. Con un presupuesto estimado de 19 millones para 6 años, que se superará por los problemas de eutrofización.

Las Actuaciones actuales en el mar menor, nos las empieza a contar Andrés Martinez, subdirector general de control, prevención y seguimiento de zonas vulnerables, explicando como la principal es reeducar a los agricultores. Con una modificación del sistema de regadío y control del sistema de producción con un modelo que será replicado a nivel nacional.

Para ello se lleva a cabo una serie de medidas como son la zonificación de zonas vulnerables que es susceptible de ser aumentada en la actualidad, en función de su cercanía al mar, controlando en superficie la producción agraria, donde en la zona 1500, (la zona más cercana al mar) es muy difícil la actividad agraria. El cumplimiento del código de buenas prácticas agrarias por todos los agricultores de la zona. O la creación de un cuaderno de explotación (desde el 2020 obligatorio en Murcia), donde se incluyan abonados y control fitosanitario que será obligatorio a nivel nacional próximamente.

Se Prohíben, también, la aplicación de abono mineral de fondo; los fertilizantes nitrogenados, que se podrán aplicar solo bajo prescripción técnica; se limita los ciclos de cultivo y rotación de cultivos y se prohíben en su totalidad el uso de fertilizantes que contengan N inorgánico o de síntesis. Es obligatoria la instalación de sensores de humedad de una o dos profundidades según el tipo de cultivo y se controlan los sistemas de goteo. Medidas aplicadas siempre para el control en origen. A su vez, nos explica que cuando un regadío es ilegal, se sella y precinta el regadío y se persiguen las prácticas para que el cultivo vuelva a su estado anterior.

Desde el ministerio, se crea una calculadora de Nitrógeno, que será obligatoria a partir de 2024 para toda España. Se obliga a la implantación de estructuras vegetales para controlar la escorrentía y los arrastres en superficie. Se implanta el Registro electrónico de Movimientos de Deyecciones Ganaderas (REMODEGA), para controlar el abonado orgánico donde están obligados a hacer la trazabilidad de la materia orgánica aplicada. Y se establece el control para 10.000 plantaciones en colaboración con empresas privadas (ECARM, empresas de colaboración de la administración regional), para comprobar que se apliquen correctamente estas medidas certificándolo a través de un distintivo de agricultura sostenible.

Enrique Navarrete, encargado de la producción animal de la consejería de agricultura Nos ha mostrado un recorrido sobre la evolución histórica del ganado en la región de Murcia, con una gran tradición de ganado equino, ovino y porcino, con las aves de corral que cada vez va ganando importancia. Nos ha comentado como el ovino tradicional ha sabido mantenerse y adaptarse a los distintos usos del suelo. En el sector porcino encontramos fundamentalmente explotaciones de engorde. Con forme nos acercamos a la laguna, se reducen las ganaderías, conforme a zonificaciones establecidas, con explotaciones de pequeña capacidad en la zona cercana a la laguna, concentrándose la mayor parte de la explotación ganadera en el área más apartada a este. Con restricciones a nuevas explotaciones porcinas o sus ampliaciones, estando obligadas todas a usar las mejores técnicas disponibles.

Para ello se establecen una serie de controles en la región de Murcia con más de 300 inspecciones y personal específico para llevarlos a cabo. A demás los ganaderos deberán contratar las organizaciones de apoyo ECARM, para que supervisen que se toman las medidas adecuadas, antes de agosto 2023 para la zona 1 y a partir de enero de 2024 para la zona 2.

José Sandoval, director general del agua de la dirección de Murcia, persigue una adecuada gestión del ciclo integral del agua para minimizar las presiones sobre el entorno del mar menor.

En este sentido, las actuaciones a realizar son reducir la contaminación en origen y reducir la descarga que se produce desde el acuífero, con el objetivo de recuperar el estado del mar menor y establecer mecanismos de prevención y control en origen. Esto se planifica en torno a 7 ejes divididas en las siguientes 21 medidas.

  1. Disminuir la descarga de agua en el mar menor, acondicionamiento de los drenajes del mar menor, redistribución de pozos de captación, regulación administrativa y gestión de infraestructuras.

  2. Necesidad de tratamientos de desnitrificación y desalación para aguas para destinarlo a usos agrícolas

  3. Necesidad de mejorar la desnitrificación, mediante el desarrollo e implantación de biorreactores, una solución basada en la naturaleza que consigue una disminución de la aportación de nutrientes. La instalación de filtros verdes como complemento a estos biorreactores.

  4. Medidas a nivel de cuenca interna, previniendo los daños producidos por las avenidas de lluvias torrenciales minimizando las escorrentías, desarrollo de planes de saneamiento y depuración mejorados, y programas de control y mejora de las redes de aguas pluviales.

  5. correcta gestión del agua: mediante la conducción con destino a almacenamiento de aguas, recirculación al canal de regantes de Cartagena, creación de un ente público regulador para el seguimiento, evaluación y control de sistemas

  6. Proteger y mejorar la calidad de los acuíferos de Cartagena. Profundizando en el estudio hidrogeológico, promoviendo estrategias de cambio de fertilizantes, avanzar a las medidas de control y aseguramiento de la calidad del agua y la fauna, manteniendo la salinidad mínima necesaria para la vida.

  7. Estudios de los episodios puntuales de anoxia y eutrofización, estudiando el intercambio de aguas entre el mar menor y el mediterráneo y establecer sistemas de oxigenación profunda para prevenir y evitar los episodios de anoxia.

Emilio María Dolores Pedrero, jefe del servicio de pesca y acuicultura, nos habla sobre los efectos de la retirada de biomasa en el mar menor. Dado que existe un exceso de nutrientes en el ecosistema desde el final de los años 90, plantea eliminar este exceso mediante la retirada de algas.

De esta forma explica que las medusas, que controlaban el exceso de nutrientes se retiraron para el turismo, debido a su ausencia prolifera la anoxia, con una alta mortandad de peces, oscurece la columna de agua afectando a las especies del fondo y afecta al control trófico del mar menor. Derivado de esto ha existido una proliferación de algas, que genera una alarma a nivel ecológico y un problema generalizado para los usuarios de la playa. En este concepto se decide retirar las algas, poniendo un dispositivo de retirada que se combina con un monitoreo en los puntos de entrada de agua, los cuales, permiten ver los niveles de clorofila. En la actualidad, las retiradas han sido masivas, con 150 personas implicadas en la recogida de algas de forma manual evitando afectar a especies protegidas. A demás se hizo un monitoreo a pie, donde se recorría unos 10km a pie midiendo los niveles de oxígeno de todo el perímetro del mar menor. A día 21 de noviembre, se han extraído 24.756,15tn de algas. Con una media de 74tn al día durante los últimos 28 días.

Con esta retirada se obtienen las conclusiones de que la entrada de agua por la rambla es el doble del año anterior, con unas entradas de N y P muy superiores a los años anteriores. Por lo que con la extracción de algas se consigue sacar el N, en forma de algas, no estando biodisponible y pasando a ser el Fósforo el factor limitante.

Los resultados obtenidos, “para nosotros son tremendamente exitosos” explica nuestro ponente, pero aclara “La retirada de biomasa es una actuación paliativa que no cura al mar menor”. Ya que no se trata de una medida en origen, pero contribuye a evitar episodios de anoxia.

La siguiente ponencia nos habla también de una solución basada en la Naturaleza, no obstante, dado que el ponente Juan José Martinez, catedrático de la UPC, no ha podido asistir, hemos podido observar en su lugar una presentación locutada, donde nos ha explicado el funcionamiento y construcción de biorreactores desnitrificadores con madera, en los cuales se introduce el agua para desnitrificar, para que, en ausencia de oxígeno, los organismos, a través de la respiración anaerobia, eliminan los nitratos.

En este contexto hemos podido ver como un biorreactor de 24h tiene una gran eficiencia, siendo más económico, ya que reutiliza los restos de otras actividades, como las astillas de madera. Son duraderos y de fácil mantenimiento, adaptable al entorno y de pocos requerimientos energéticos. Sin embargo, dado que depende de un proceso biológico es poco exacto y depende de la temperatura, objeciones que se pueden prevenir con un buen monitoreo. Para complementar los biorreactores se recomienda la implantación de humedales a la salida de los biorreactores.

Con un tinte más reivindicativo, Pedro García Moreno, perteneciente a la asociación naturalista del sureste, nos presenta las actuaciones para la regeneración de las salinas y arenales en el mar menor. Estas actuaciones pretenden salvar los arenales de la manga en las zonas sin urbanizar. Gracias a las ayudas del proyecto RESALAR y la fundación biodiversidad. Tienen como objetivo trabajar la ladera sur del Monte Blanco, el cual inicialmente era un área cubierta de acacias, donde se eliminó toda la flora exótica y la basura. Con trabajos de restauración e introducción de especies desaparecidas. Otra actuación es frenar las obras ilegales del puerto junto a un trabajo de sensibilización ambiental y por último se busca la recuperación de la actividad de las salinas, que desaparecieron por la presión urbanística.

Angel Faz, Catedrático de la UPC, nos presenta la metodología utilizada para crear balsas de purines, dado que las masas de purines tienen que estar impermeabilizadas natural o artificialmente evitando la contaminación del mar menor.

Tras 15 años trabajando en esta metodología, nos cuenta las diferentes etapas de la misma.

Etapa 1: toma de muestras y visita de las balsas de purines de las granjas

Etapa 2: recopilación de información legislativa, cartográfica y técnica.

Etapa 3: identificación de las presiones de carga contaminante y los impactos de explotación sobre los acuíferos.

Etapa 4: Estudio del suelo midiendo la resistividad del suelo en campo

Etapa 5: Calibración de las medidas, mediante sondeo mecánico, que permite la extracción de un testigo continuo.

Etapa 6: Pruebas de infiltración mediante ensayos de permeabilidad de campo hasta 4m por debajo del nivel de la balsa

Etapa 7: Instalación de Piezómetro que verifique que no se producen infiltración desde las balsas de almacenamiento de purín.

Etapa 8: monitorización de los piezómetros.

Etapa 9: Evaluación de los resultados obtenidos con los resultados del análisis de las muestras sólidas y el ensayo de permeabilidad y el resultado de la calidad de las aguas del piezómetro de forma anual.

Eve Galimany y Marina Albentosa, investigadoras del Instituto Español de Oceanografía, llegan con otra solución basada en la naturaleza, en concreto en los bivalvos. Eve nos explica cómo los vertidos de Nitrógenos son incorporados en los tejidos de las ostras mediante su alimentación, filtrando de esta manera el exceso de nutrientes, por otra parte, ayudan a crear arrecifes creando unos beneficios asociados a estas soluciones basadas en la naturaleza.

Esta iniciativa nace en 2020, integrándose en la comunidad NORA que promueve la restauración mediante ostras, actuando en el proyecto SALAR. Basada en los conocimientos científicos para la restauración y bioextracción, la educación y concienciación.

En este proyecto se extrajeron unas 40 ostras del mar menor para su reproducción, consiguiendo en la actualidad unas 40.000 semillas, para conocer el efecto y capacidad de las ostras en la depuración de las aguas del mar menor. La restauración de estas ostras conlleva múltiples bienes y servicios como la creación de barreras “anti-DANAS”, el consumo humano y en piensos, la bioextracción de nutrientes y el incremento de la biodiversidad.

Emilio Cortés, director del acuario de la Universidad de Murcia, nos da a conocer el banco de especies emblemáticas y de singular importancia en el mar menor, de mano de Carlos García, quien realiza la ponencia.

Este proyecto, motivado por las anoxias sufridas, plantea la recogida de ejemplares sanos, previa cuarentena y adaptación, para realizar una formación de grupos reproductores para realizar la recuperación de especies. Para ello se encuentran 10 especies seleccionadas, entre las que podemos ver el caballito de mar de hocico largo, la aguja mula, la nacra y el fartet. En la actualidad el proyecto se encuentra en desarrollo alcanzando un stock de ejemplares de una primera generación en especies como la aguja de rio o el caballito de mar, mientras que otras especies se encuentran con protocolos de mantenimiento y reproducción en especies como el fartet.

Ángel Pérez Ruzafa, catedrático de la facultad de biología de la Universidad de Murcia, concluye la jornada con el estado ecológico del mar menor entre la homeostasis ecosistémica y la incapacidad humana. Nos muestra la gran convergencia de especies existente en las lagunas, con algunas comunes, que son explotadas desde fuera, como la dorada, en este sentido, encontramos encañizadas que permiten acceder a especies jóvenes y retiene a las adultas. Dado la biodiversidad de las lagunas costeras suelen ser de aguas oscuras, salvo el caso del mar menor, que tradicionalmente ha sido de aguas claras manteniendo su biodiversidad, siendo capaz de ser productivo y ofrecer bienes y servicios relacionados con el ocio. Si comparamos las tasas de renovación de aguas de otras lagunas, podemos observar como lagunas con mayor tasa de renovación y siguen siendo opacas. Lo que nos hace reflexionar sobre si la turbidez de las aguas se debe a su renovación o a su complejidad ecológica. En este caso nos muestra como la apertura de la laguna ha provocado que aumentaran las tasas de renovación y la entrada de especies nuevas, como algas que se expandieron rápidamente y proliferaron aportando mucha materia orgánica y no tiene un depredador natural por contener sustancias tóxicas, de manera que aumentó el sedimento anóxico con una alta concentración de materia orgánica.

La entrada de nitratos forzaba el sistema, quien eran asimilados por el aumento de medusas, con un modelo de eutrofización complejo y con capacidad de autorregulación de la red trófica. Al actuar eliminando medusas en lugar de sobre la Rambla que introducía los nutrientes, se rompió la regulación. Con las restricciones puestas mejoraron el estado del mar menor, disminuyendo la concentración de nutrientes y clorofila, amortiguando las oscilaciones típicas de un sistema con capacidad de autoamortiguación. La recuperación de las comunidades bentónicas y filtradoras se recuperaron, canalizando los flujos de energía. Pero el problema no está resuelto, porque la mayor parte de las medidas son restricciones, pero las entradas de agua dulce “son un problema para el mar menor con y sin nutrientes”, por lo que hay que actuar de otras maneras. El nivel freático sigue subiendo y “El problema es el conjunto de las actuaciones y no se debe focalizar, la solución debe pasar por un plan integrado de actuaciones”.

En conclusión, me quedo con la última frase del ponente, que sintetiza el objetivo real de la sesión, en la que dice que “en definitiva, no se trata de prescindir de actividades que son sectores primarios y son fundamentales, y de los que no querríamos tener que depender del exterior (…), la agricultura y la pesca es compatible con un turismo en el mar menor, si somos capaces de aprender a gestionar los recursos de forma inteligente. (…) Parte de esta infraestructura ya existe, ahora se trata de eliminar y sancionar lo ilegal, y lo que es legal y es necesario y útil que se mantenga, y lo que sea innecesario e inútil se quite, pero con unos datos, planificación y diagnóstico y las menores algarabías necesarias” teniendo en cuenta que “No debemos sobrepasar la línea en la que la concienciación tapa la realidad, tapa la verdad y tapa los datos” .

Posteriormente se realizó un coloquio donde los asistentes pudieron resolver sus dudas con los ponentes y comentar sus inquietudes.

 

 

Lidia Alcántara

23/11/2022