ST-34 Residuos Urbanos (Parte II)

La segunda parte de la sesión técnica sobre residuos urbanos comenzó con la presentación de los proyectos realizados por distintos ayuntamientos de España. Se trata de pruebas diferentes en distintos puntos geográficos cuyos resultados permiten entender cómo se puede mejorar el reciclado, la separación y en general, la colaboración ciudadana en la labor de la separación de los residuos. Una mejor división de los residuos permite una mejor gestión de estos y quizás la transformación de estos en recursos. De esa manera se puede evitar su desaprovechamiento, su reclusión y almacenamiento en vertederos.

                                           

Los proyectos presentados por los ayuntamientos de Burgos, Vitoria-Gasteiz, Rioja Alavesa y la Diputación de Barcelona dieron diferentes resultados, pero llevaron a la misma conclusión. Los contenedores cerrados con tarjeta y divulgación ayudan a la disminución de impropios en el contenedor de residuos orgánicos. El compostaje comunitario en zonas rurales es una opción muy acertada que permite transformar un residuo en un recurso para la población. Las grandes ciudades necesitan ser más conscientes del impacto de los impropios en los residuos urbanos. Esto último debido a que un porcentaje de impuros mayor o igual al 5% genera un recurso de poco valor, poco aprovechable y no compostable.

 

Los ponentes también destacaron que una tasa de basuras hace más consciente a la población de que ese servicio público es necesario y cuesta dinero. Si no se cobrara ese impuesto directamente se sacaría el dinero de otras contribuciones, pero de esta otra manera no se hace consciente al ciudadano de las implicaciones y complicaciones que tiene la gestión de los residuos. Y es que esta consciencia anima a la colaboración.

La necesidad de reciclar en España es evidente y se prueba con evidencias: España lleva más toneladas de residuos a los vertederos que el resto de los países de la Unión Europea juntos. Cada vez se acercan más las fechas marcadas para lograr los hitos europeos de reciclaje y en este país nos encontramos aún muy lejos de ellos.

 

Estos hitos de obligado cumplimiento por la comunidad europea se recogen en la Directiva 2008/98/CE sobre los residuos y la Directiva (UE) 2018/851 y cuyos objetivos más relevantes son: el reciclaje del 55% de los residuos urbanos para 2025 y el 65% para 2035, la reducción de la cantidad de recursos aportados a los vertederos al 10% de todos los residuos generados para 2035, así como la obligación de separar los residuos reciclables.                                                        

En la segunda parte de la ponencia se expuso y se debatió sobre dos tecnologías y sus posibles aportaciones a la consecución de los objetivos europeos.

En primer lugar, se presentó la valorización termoquímica de los residuos para su uso en pirólisis. Este proceso permite que la parte no separable y no reciclable de los residuos sólidos orgánicos urbanos (50%) se aprovechen para obtener mediante este proceso un biogás de síntesis, aceite pirolítico de alta densidad energética y un biochar que puede aprovecharse para la mejora de los suelos.

Por otro lado, también se mostró el reciclado químico, que mediante procesos químicos aplicados a flujos homogéneos de material permiten obtener monómeros que sirvan a la misma industria de origen del producto anterior como materia prima. Este proceso presenta la complejidad de obtener flujos de residuos homogéneos, que es necesario trabajar y aumentan los costes.

Por último, se habló de la valorización energética de los residuos, que lleva a estos a la combustión con aprovechamiento de energía eléctrica y calorífica. Esta última tecnología, pese a tener grandes aplicaciones en otros países fríos de Europa, generó muchas inquietudes, debido a que es el único procedimiento de los tres presentados que conlleva la pérdida total de la materia, y no genera productos materiales, más allá de los energéticos, no colaborando así con la disminución del consumo de recursos naturales.

Para concluir, quedó patente que España es un país que no ha hecho los deberes en materia de gestión de residuos, puesto que vamos a la cola de Europa. Debido a que no tenemos infraestructuras más allá de los vertederos, no hay conciencia ciudadana de la separación y no somos conscientes del problema que esto genera en el medio ambiente y en la economía. De hecho, debido a la no consecución de los objetivos marcados en materia de reciclaje, seremos sancionados una y otra vez hasta que los alcancemos.

 

Por lo tanto, es ahora cuando hay que invertir en investigación, en infraestructura y en gestión de residuos, porque cuanto más lo retrasemos, más contaminaremos, más residuos tendremos en vertederos y más caro nos saldrá. Porque los residuos son un flujo constante que no se detendrá hasta que cambiemos los hábitos de consumo y que, independientemente de la gestión que se les dé, se seguirán generando.

 

Como afirmó Eva Verdejo Andrés, responsable del Clúster de Reciclado y Biotecnología de AIMPLAS, “Es necesario transformar los residuos en recursos ” .

Por: Adán Pérez Lorenzo

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04/12/2024

 

Esta investigación ha sido financiada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico pero no expresa la opinión del mismo.
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