Pobreza Energética

La pobreza energética se define habitualmente como la incapacidad de un hogar de satisfacer una cantidad mínima de servicios de la energía para sus necesidades básicas, como mantener la vivienda en unas condiciones de climatización adecuadas para la salud (18 a 21ºC en invierno y 25ºC en verano, según los criterios de la Organización Mundial de la Salud).

Las causas que generan esta precariedad energética son diversas, si bien existen tres factores fundamentales:

Sin embargo, la pobreza energética se entiende ahora como la consecuencia de una condición más extensa y difusa denominada vulnerabilidad energética, definida como la probabilidad de un hogar a experimentar una situación en la que dicho hogar no recibe una cantidad adecuada de servicios de la energía (Bouzarovski and Petrova, 2015). Este nuevo enfoque explica la pobreza energética como una condición temporal causada por condiciones estructurales y coyunturales que van más allá de la triada de factores tradicionalmente considerados (ingresos del hogar, precios de la energía y eficiencia energética de la vivienda).

Sus consecuencias en el bienestar son también variadas: temperaturas de la vivienda inadecuadas, incidencias sobre la salud física y mental (incluyendo mortalidad prematura de ancianos), riesgo de endeudamiento y desconexión del  suministro, degradación de los edificios, despilfarro de energía, emisiones, etc.

 

Fichas didacticas sobre pobreza energetica

FICHAS DIDÁCTICAS

¿Qué es la pobreza energética?

¿Cómo se mide la pobreza energética?

Efectos sobre la salud de la pobreza energética

Pobreza energética y desempleo

Rehabilitación energética de viviendas y desempleo

 

 

Contexto Europeo

La pobreza energética es una realidad que afecta a todos los Estados Miembros de la Unión Europea (UE), si bien con diferencias entre los mismos. De acuerdo con la Encuesta Europea de Ingresos y Condiciones de Vida (EU SILC) de Eurostat, en Europa más de 51 millones de personas se declaraban incapaces de mantener una temperatura adecuada en invierno durante 2014, de los cuales 5,1 millones se encontraban en España. Mientras que en Europa, el número de personas en esta situación, se redujo con respecto a 2012, en España aumentaron en más de 1 millón de personas. 

En este contexto, la Unión Europea, consciente de esta problemática, se ha movilizado estos últimos años para fomentar políticas que tengan para reducir el número de personas que se encuentran en esta situación y paliar las consecuencias negativas de la pobreza energética. En este sentido, destacan los siguientes hitos:

 

 

 

 

 

La situación en España

Si se comparan los datos obtenidos en la encuesta EU SILC entre países de la UE, 2014 fue el primer y único año en toda la serie disponible en el que el porcentaje de personas en España que se declaraban incapaces de mantener su vivienda a una temperatura adecuada durante los meses fríos (11,1%) superó el promedio de la UE (10,2%), aunque por debajo de los valores registrados en otros países del sur y el este la Unión Europea.

En España,según el estudio de pobreza energética Pobreza, vulnerabilidad y desigualdad energética. Nuevos enfoques de análisis realizado en 2016 por la Asociación de Ciencias Ambientales, 5’1 millones de personas en España, el 11 % de los hogares, son incapaces de mantener su vivienda a una temperatura adecuada en invierno, lo que ha supuesto un incremento del 22 % en tan solo dos años.

A pesar de las medidas y avances que se han puesto en marcha en España desde que ACA presentara su anterior estudio en 2014, especialmente en el ámbito autonómico y local, se observa que un 21 % de los hogares españoles están experimentado condiciones asociadas a la pobreza energética y que un 6 % (2´6 millones de ciudadanos) dedican más del 15 % de sus ingresos familiares al pago de las facturas energéticas. Otro de los indicadores usados en el estudio, situaría al 7 % de los hogares españoles en una situación de pobreza energética dado que los ingresos del hogar son menores que la renta mínima de inserción española (417 €/mes en 2014) descontando los gastos de vivienda y energía doméstica, es decir, que casi 5 millones de españoles apenas tienen con qué vivir, una vez pagados los gastos de hogar y de energía.

Los diferentes indicadores muestran diversas caras de una misma problemática, la pobreza energética, reflejando diferentes aspectos de la vulnerabilidad energética que sufren muchos hogares. 

En dicho estudio se puso de manifiesto la cada vez mayor dificultad, desde que empezó la crisis económica, que tienen los hogares españoles para mantener su vivienda con una temperatura adecuada durante los meses fríos y/o el importante esfuerzo que realizan al dedicar un alto porcentaje de sus ingresos para satisfacer sus necesidades básicas (calefacción, refrigeración, cocina, iluminación, agua caliente sanitaria,...).

 

La relación entre salud y pobreza energética es manifiesta y no solo tiene consecuencias sobre la salud de las personas, sino que además existe también una relación en el sentido contrario; los hogares con problemas de salud tienen mayor probabilidad de estar en situación de pobreza energética. Así en el año 2014, el 18% de los hogares con alguna persona con mala salud en el hogar, se declaraba incapaz de mantener su vivienda a una temperatura adecuada, frente al 10% de los hogares que no contaban con ninguna persona con mala salud. Bajo este indicador, prácticamente se duplican los hogares afectados por la pobreza energética en los hogares que declaran tener una mala salud.

Por otro lado, el estudio puso de manifiesto que las situaciones de pobreza energética no sólo afectan a las decisiones de gasto del hogar, que tiene que debatir cómo distribuir sus ingresos entre todas las necesidades básicas del hogar, sino también a la calidad de vida y a la salud de las personas, hasta el punto que podría estar ocasionando el 30 % de las muertes adicionales de invierno, según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En este contexto, ACA propone:

 

Información de interés

Para saber más acerca de la pobreza energética, sus implicaciones y su importancia se pueden consultar los siguientes documentos.