DÍA MUNDIAL DE LA EDUCACIÓN AMBIENTAL (26 de enero)
El día 26 de enero celebramos el Día Mundial de la Educación Ambiental y este año hemos querido dedicar esta publicación a hablar sobre una problemática que la educación ambiental debe de enfrentar en los últimos tiempos con fuerza.
Por ello os traemos algunos datos y fuentes para que seáis más conscientes de esta nueva realidad y como abordarla desde una perspectiva ambiental.
“La desinformación nos pone en peligro y es la principal amenaza que tenemos frente a los riesgos climáticos” Francisco Heras, Subdirector General de Adaptación al Cambio Climático del MITERD.
Combatir la desinformación requiere que estemos muy atentos a la propagación de bulos. Es crucial crear mensajes movilizadores que promuevan la concienciación y brinden incentivos económicos. A la incertidumbre que genera la situación climática actual, debemos sumarle acciones de esperanza tanto a corto como a largo plazo.
¿POR QUÉ FUNCIONAN LOS BULOS?
- La inmediatez es el caldo de cultivo perfecto para la desinformación.
- La uniformidad en los medios genera hastío y crea una demanda de nuevas informaciones.
- La precarización del periodismo afecta al derecho constitucional a la información (Artículo 20: Derecho a comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión).
- Los bulos son creíbles.
Fuente: (Fake News en el periodismo ambiental y científico. María García de la Fuente. Asociación de Periodistas de Información Ambiental (APIA))
TENDENCIA AL NEGACIONISMO
Recientemente se ha detectado un aumento del 5% en el número de personas que aún niegan la existencia del cambio climático, alimentados por discursos negacionistas evidentes. Esto resalta la necesidad de implementar estrategias de comunicación diversas, orientadas a diferentes perfiles de población, y crear discursos que generen confianza y seguridad en un contexto de incertidumbre.
Una parte de la población aún percibe el cambio climático como algo incierto o como un fenómeno que no tiene causas antropogénicas. Para un tercio de la población, la lucha contra el cambio climático no representa una prioridad y consideran que no debe ser objeto de políticas públicas.
La mitad de la población desconoce el concepto de transición ecológica y no cree que este proceso afecte sus empleos o su calidad de vida. Además, existe una notable brecha de género en este proceso de cambio, donde las mujeres son las más afectadas.
Las personas más vulnerables son las que corren mayores riesgos frente a las consecuencias del cambio climático, incluyendo impactos en la salud. Muchos piensan que los costos de la transición ecológica no favorecerán a los sectores más vulnerables, lo que incrementa la resistencia a adoptar medidas.
Algunos datos más para entrar en “contexto”.
- El 68% de la población en España considera que la lucha contra el cambio climático debe ser una prioridad de actuación (Observatorio de Transición Justa, 2024).
- El Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S) confirma que 2024 ha sido el año más cálido a nivel mundial desde que existen registros, siendo el primer año en que la temperatura media superó en 1,5 °C el nivel preindustrial (Global Climate Highlights Copernicus, 2024).
- «Los científicos tienen la obligación moral de advertir claramente a la humanidad sobre cualquier amenaza catastrófica y de "contar las cosas como son". Más de 11,000 científicos de todo el mundo declaran, de manera clara e inequívoca, que el planeta Tierra enfrenta una emergencia climática.»— Manifiesto publicado en BioScience en 2019.
- Estamos ante una emergencia. Que la ciudadanía lo entienda es crucial para el futuro. Transmitir la información científica a la calle nunca ha sido tan importante. -Javier Peña
RECOMENDACIONES PARA DESMONTAR BULOS MEDIOAMBIENTALES
Enseñar herramientas de evaluación de la información será clave para aprender a escoger con criterio los medios y se consiga reconocer la calidad de la información.
- Analizar siempre la información que llega por redes o que nos cuentan conocidos.
- Interpretar el lenguaje: si es excesivamente alarmista y emocional y se emplean muchos adjetivos, puede ser una media verdad.
- Si leemos la información en un artículo, investigar a qué organización pertenece, si es fiable y comprobar las fuentes.
- Siempre verificar las informaciones en páginas o webs de organismos fiables y oficiales.
- También hay medios que se encargan de desmentir bulos, como Maldita.es o Efeverifica.
(Fuente: https://www.naturalizaeducacion.org/2024/03/13/bulo-ambiental/)
¡NECESITAMOS COMPORTAMIENTOS RESPONSABLES EN MATERIA AMBIENTAL!
En CONAMA 2024, en el cual participamos, pudimos sacar conclusiones interesantes para frenar la desinformación.
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Lo más importante es actuar lo más rápido posible, aunque se requiere de una metodología y siempre el desmentido se va a difundir más lento que el bulo.
- Se propone como solución trabajar en las redes donde se produce esa desinformación y acercarse a los influencers que pueden hablar con determinados públicos con más cercanía. Maribel Ángel-Moreno, de Maldito Clima.
- Los jóvenes, no se informan por los medios clásicos, sino que la información se recibe a través de canales como TikTok O de WhatsApp y la industria de la mentira ha secuestrado el espacio de las redes sociales por lo que se reclama que la sociedad sea más exigente con las plataformas para que con su tecnología rastreen la desinformación. -Javier Salas.
- Según la politóloga Cristina Monge la desinformación está muy relacionada con la revolución digital y a los movimientos populistas. «La conversación pública se ha convertido en un campo de batalla y la víctima han sido «los hechos ciertos»