En 1997, durante el Primer Encuentro Internacional de Damnificados por las Represas en Curitiba (Brasil) y bajo el lema “Somos fuertes, diversos y unidos por una causa justa”, se declaró el 14 de marzo como el Día Internacional de Acción contra las represas y por los ríos, el agua y la vida.
Los beneficios que obtenemos de las presas traducidos en energía eléctrica y almacenamiento de agua, contrastan con los costes sociales y ambientales que supone su emplazamiento. El desplazamiento de poblaciones por inundación y la pérdida de servicios ecosistémicos son las externalidades negativas más comunes de estas infraestructuras.
Debido a la interrupción de la dinámica natural, las barreras artificiales alteran los ecosistemas fluviales desde la cabecera de los ríos hasta su desembocadura. Modifican el proceso natural de erosión y transporte de sedimentos, el régimen de caudales o la calidad del agua. Obstaculizan el movimiento natural de flora y fauna autóctona y favorecen la adaptación de especies exóticas de aguas lénticas. Además, otros servicios ambientales como la laminación de avenidas o el paisaje se ven seriamente afectados.
Con más de 1200, España es el país con mayor número de “grandes presas” por habitante, es decir, obstáculos fluviales con una altura superior a 10 m, longitud de coronación mayor de 500 m, una capacidad de almacenamiento de más de 1 hm3 y una capacidad de evacuación por encima de 2000 m3/s.
Muchos de los diques, motas, azudes y presas han perdido la función que un día tuvieron. Como señala WWF en su iniciativa Liberando Ríos, es necesario recuperar los ríos y ecosistemas fluviales degradados, mediante la revisión o modificación sustancial de obstáculos que fragmenten innecesariamente los sistemas fluviales.
Un día como hoy, hay que destacar las numerosas experiencias en restauración de ecosistemas fluviales así como la buena respuesta de los ríos en la recuperación de su dinámica natural, garantizan el éxito de apostar por estas iniciativas a la hora de lograr un buen estado ecológico y cumplir con los plazos establecidos por la Directiva Marco del Agua.
La Asociación de Ciencias Ambientales, colabora con la recuperación de sistemas fluviales, a través del Proyecto Río Henares (www.riohenares.org), mediante campañas de control de la calidad de sus aguas, recogidas de residuos, campañas de educación ambiental, actuaciones con voluntarios, etc. que pretenden ahondar en el conocimiento local de la Cuenca del río Henares y aumentar la sensibilización de la población local en el cuidado de estos ecosistemas tan sensibles en nuestro país.