La custodia del territorio y los bancos de hábitat son dos herramientas de conservación de la biodiversidad cuyo objetivo es implicar a la sociedad, propietarios y empresas en la conservación de la naturaleza. Ambas disponen de instrumentos jurídicos que garantizan la conservación de la biodiversidad a largo plazo, complementándose mutuamente: los bancos dotando de financiación a la custodia y la custodia contribuyendo a la adecuada implementación de los bancos de conservación (Congreso Nacional de Medio Ambiente (CONAMA) 2014).
Los bancos de hábitat o bancos de conservación son un modelo de conservación de la biodiversidad que en muchos países funciona con éxito para evitar la pérdida neta de biodiversidad y de los ecosistemas que albergan. El objetivo de este modelo es el facilitar y hacer más eficientes las compensaciones de impactos que se producen sobre la biodiversidad, como consecuencia del desarrollo de proyectos que intervienen negativamente sobre el territorio.
“Una de las características más relevantes de este modelo es que las mejoras realizadas sobre los ecosistemas han de ser conservadas en el tiempo, para lo cual se establecen garantías legales, ecológicas y económicas” (CONAMA, 2014).
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A cambio de esas actuaciones, que han de conllevar un aumento de la biodiversidad del terreno para compensar la pérdida de biodiversidad causada por la actividad sometida a Evaluación de Impacto Ambiental (EIA), el titular consigue créditos ambientales para compensar otros daños. Dichos créditos no se dan todos de una vez, si no que se van entregando según se vayan cumpliendo los hitos establecidos. Estos créditos ambientales podrán ser comprados para compensar impactos negativos sobre recursos ambientales equivalentes.
Por su parte, la custodia del territorio se define, según el manual “Custodia del Territorio en la Práctica” , elaborado por la Xarxa de custòdia del territori, como un conjunto de estrategias e instrumentos que pretenden implicar a los propietarios y usuarios del territorio en la conservación y el buen uso de los valores y los recursos naturales, culturales y paisajísticos de una zona determinada, ya que en nuestro país, tradicionalmente, la responsabilidad de conservar y proteger la naturaleza y el paisaje ha recaído en la administración pública. Sin embargo, esta no siempre es capaz de llegar a actuar de forma eficaz en todo el territorio.
Para conseguirlo, promueve acuerdos y mecanismos de colaboración continua entre propietarios, entidades de custodia y otros agentes públicos y privados.
En este punto cabe destacar que desde la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA) se entiende el movimiento de custodia del territorio como una herramienta esencial para la conservación de la naturaleza y el paisaje en España, por lo que entre sus objetivos principales se encuentra el apoyo a las redes que promueven activamente la custodia del territorio y la conservación de la biodiversidad a través de la firma y desarrollo de acuerdos de custodia del territorio.
La custodia del territorio no pretende sustituir ninguno de los instrumentos y políticas de conservación ya existentes, si no que puede complementar e incluso facilitar el desarrollo de estos instrumentos.
La Custodia del Territorio y los Bancos de Hábitats en CONEIA 2015
Durante la segunda del Congreso Nacional de Evaluación de Impacto Ambiental (CONEIA 2015), que se celebró el pasado 12 de marzo, abordó temas de gran actualidad como son los bancos de conservación y la custodia de territorio.
Una de las premisas destacadas a lo largo de CONEIA 2015 por Muñoz Igualada. J, de Tragsatec, fue que hay que entender los Bancos de Conservación de la Naturaleza como una forma de custodia del territorio, ya que pretenden conservar e implicar a los usuarios y propietarios del territorio, en gran medida de carácter privado, a la conservación de la naturaleza.
Los Bancos de conservación y la custodia del territorio pueden ser medidas complementarias puesto que los bancos de hábitat son una herramienta que las entidades de custodia pueden ofrecer a los propietarios como vía de obtención de ingresos económicos derivados de sus acciones de conservación. Se trata de una vía muy interesante al poder ser incorporada dentro de las estrategias que manejan las entidades de custodia.
Asimismo, las entidades de custodia podrán participar como entidades que garanticen el cumplimiento de los objetivos ecológicos de los bancos así como apoyo para el diseño y ejecución de acciones de conservación de la biodiversidad. El papel de las entidades de custodia va a ser determinante para el adecuado desarrollo de esta herramienta en nuestro país.
Muñoz Igualada, además recalcó que es en estos terreros de carácter privado, lugares en los que en muchos de los casos no hay figuras de protección, donde se están llevando a cabo más acuerdos de custodia del territorio y que se deben desarrollar mecanismos que den seguridad jurídica y financiera a esta herramienta de protección de la naturaleza. Es por este motivo por el cual los Bancos de Conservación son una gran oportunidad para las entidades de custodia ya que establecen unas garantías legales, económicas y ecológicas.
Entre las importantes ventajas de esta herramienta mencionadas en el congreso, se destacaron las siguientes:
- Previa al daño ambiental, ya que la venta de créditos se da cuando el Banco ya está funcionando.
- Da una salida a las medidas compensatorias pues permiten cuantificarlas (en la actualidad en España el funcionamiento de estas medidas no responde al principio de compensar daños y el 69% no se llegan a realizar según comentó Muñoz Igualada, J).
- Supone un paso adelante para la formación de un fondo de garantía para dichas medidas.
- Compensa pequeños impactos en una zona más amplia.
En CONEIA 2015 se recalcó, además, que en España se han dado importantes pasos, según Álvarez. D, para la futura implantación de los Bancos de Conservación, pues ya están incluidos dentro de la Ley 21/2013 de Evaluación de Impacto Ambiental, a falta del desarrollo normativo y aprobación de la herramienta.
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