Durante varios años, desde la Asociación de Ciencias Ambientales hemos realizado un censo de mesocarnívoros en la Comunidad de Madrid. Durante los años 2022-2024, este estudio se centró en el Parque Regional del Sureste de Madrid. Sin embargo, este año hemos cambiado de localización.
Pero primero… ¿Qué son los mesocarnívoros? Como ya os contamos el año pasado, los mesocarnívoros son mamíferos carnívoros de tamaño medio que cumplen funciones ecológicas fundamentales para el equilibrio de las comunidades naturales. Su importancia radica tanto en la dispersión de semillas como en el control de poblaciones de presas y plagas, contribuyendo de manera decisiva a la regulación y estabilidad de las redes tróficas. En la península ibérica, la mayoría de estas especies presenta una dieta generalista, aunque con particularidades que permiten su diferenciación y la convivencia en un mismo hábitat. Su distribución es amplia y variada según la región, albergando tanto especies invasoras bien asentadas, como el visón americano o el mapache, como especies autóctonas en riesgo de desaparición, entre ellas el meloncillo (Figura 1) y la nutria.
Figura 1: Grupo de meloncillos (Herpestes ichneumon) grabados por una de las cámaras de fototrampeo en el Parque Regional del Curso Medio del Río Guadarrama
¿Dónde hemos realizado el estudio? Declarado en 1999, el Parque Regional del Curso Medio del Río Guadarrama tiene una superficie de 22.116 ha, situado en la zona oeste de la Comunidad de Madrid, comprende 19 términos municipales. El eje fundamental recorre 50km de norte a sur, alrededor de la ribera del río Guadarrama y su mayor afluente, el río Aulencia. Este parque regional se integra dentro de la Red Natura 2000 a través de varias figuras de protección, ZEC/LIC “Cuenca del Río Guadarrama”, ZEC/LIC “Cuencas de los Ríos Alberche y Cofío” y ZEPA “Encinares de los ríos Alberche y Cofio”.
Figura 2: Mapa de localización del Parque Regional del curso medio del río Guadarrama. Fuente: https://guadarramariodearena.org/index.php/el-parque-regional
Este espacio natural contiene una riqueza biológica que parte de su variedad de ecosistemas, relacionada con la presencia de la Falla Sur, desde la cual, hacia el norte, predomina un paisaje granítico mientras que hacia el sur predominan los depósitos originados por corrientes fluviales sobre material sedimentario, caracterizado por cárcavas, barrancos, terrazas y llanuras. Esta variedad geológica y geomorfológica generan una riqueza de flora y fauna merecedora de protección.
Respecto a la fauna, destacan la comunidad de avifauna, desde rapaces diurnas y nocturnas como el autillo (Otus scops), aves esteparias como el sisón (Tetrax tetrax) hasta aves ligadas a medios acuáticos como la garza real (Ardea cinerea) (Figura 3). Los micromamíferos son el grupo más abundante en el Parque, aunque hay que destacar los mamíferos de gran tamaño, con la presencia del gato montés (Felis silvestris) o garduña (Martes foina), y especies como el Meloncillo (Herpestes ichneumon) o la Nutria (Luttra luttra), con serios problemas de conservación. Encontramos especies en peligro de extinción como el galápago europeo (Emys orbicularis) o el sapillo pintojo (Discoglossus galganoi). También incluye una variedad de invertebrados, como los polinizadores. De este grupo se puede destacar la amplia variedad de sírfidos, lepidópteros o himenópteros, como abejas carpinteras (Xylocopa violacea) o abejas mineras (Andrenidae), esenciales para el buen estado de nuestra comunidad vegetal y ecosistemas. Además, dentro del parque regional, encontramos varias especies exóticas invasoras (EEI), la cotorra argentina (Myiopsitta monachus), galápago de Florida (Trachemys scripta elegans), visón americano (Mustela vison) o el ailanto (Ailanthus altissima), son algunos ejemplos de ellas.
Figura 3: garza real (Ardea cinerea) grabada por una de las cámaras de fototrampeo en el Parque Regional del Curso Medio del Río Guadarrama
En este contexto, el parque tiene una serie de presiones e impactos derivados de su historia y usos actuales. El parque está configurado por el aprovechamiento de los recursos naturales, la agricultura y la ganadería, modelando el paisaje que varía desde los encinares (Quercus ilex subsp. Ballota) en la zona norte hasta un aumento de los cultivos, principalmente cereal, en la zona sur. Entre las especies arbóreas que conforman la vegetación de ribera destaca la presencia del álamo blanco (Populus nigra), sauce blanco (Salix alba) o el saúco (Sambucus nigra). Los recursos hídricos están regulados por la presencia de diversas presas y embalses, en los que destacan el embalse de Las Nieves en la cuenca alta y el Valmayor en la cuenca media. La principal amenaza de este espacio natural protegido es la existencia de numerosos núcleos urbanos en las inmediaciones, algunas al borde del cauce del río, que incluyen además cercanía con carreteras, líneas de ferrocarril y transporte eléctrico.
En este escenario, la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA) ha realizado una recogida de datos mediante fototrampeo (colocación de cámaras trampa, Figura 4) para registrar la presencia de las diferentes especies de mesocarnívoros en el Parque Regional del Curso Medio del Río Guadarrama. Este proyecto forma parte del Proyecto Libera, creado por SEO/Birdlife, en alianza con Ecoembes, y en el que ACA lleva colaborando desde 2019.
Figura 4: Técnicos de ACA colocando las cámaras de fototrampeo en el Parque Regional del Curso Medio del Río Guadarrama
Con este estudio se busca informar acerca de los mesocarnívoros presentes en el parque, asi como comprobar si especies como el meloncillo (Herpestes ichneumon) y la nutria (lutra lutra) han vuelto a recorrer esta área. Estas cámaras también han servido para comprobar la presencia de especies invasoras en el Parque Regional, como el visón americano (neovison vison). La recopilación de datos sobre estas especies, tanto endémicas como invasoras, así como la verificación de su presencia actual en el parque, puede contribuir a impulsar acciones de conservación y a sensibilizar a la población acerca del papel y la importancia de estas especies.
Durante este año, se colocaron diversas cámaras de fototrampeo (en colaboración con el Objetivo Verde) en áreas seleccionadas previamente. Se intentó abarcar la mayor cobertura posible de zona de ribera, ecosistemas vitales para estas especies. Para presentar los resultados, se dividió el parque regional en 2 zonas características, utilizando la Presa del Gasco como punto de separación: (A) la zona norte del parque, desde la Presa de las Nieves (Collado Villalba) hasta la Presa del Gasco, y (B) la zona sur, que abarca desde la Presa del Gasco hasta el norte de Villanueva del Pardillo (Figura 5). A diferencia de otros espacios naturales, en este parque los accesos al río se encuentran muy cerca de zonas urbanas, lo que hace que estén bastante concurridos. Los tramos menos visitados, en cambio, son de acceso complicado y resultan inadecuados para instalar cámaras, lo que limita las posibilidades de observación de la fauna.
Figura 5: Distribución de las cámaras de ACA en el Parque Regional del Curso Medio del Río Guadarrama
Durante este año 2025, desde finales de Enero hasta finales de Julio, se han registrado un total de 34 especies. De estas, se 6 especies eran mesocarnívoros autóctonos y 2 alóctonos (Figura 6).
Figura 6: Representación de los mesocarnívoros del Parque Regional del Curso Medio del Río Guadarrama durante el año 2025, tanto autóctonos (azul) como alóctonos (rojo); y el número de cámaras en las que se registraron
Cabe resaltar la presencia de mesocarnívoros endémicos que habían desaparecido del Parque Regional, como son el meloncillo y la nutria, pero que se han registrado durante este año. La presencia de estas especies puede indicar una mejoría en la calidad del hábitat. En este sentido, también se han identificado especies más escurridizas, como es el visón americano o el tejón.
En relación con los puntos de muestreo, se han encontrado cambios de presencia/ausencia en función del mes y el lugar de muestreo (Tabla 1).
Tabla 1: Mesocarnívoros autóctonos (verde) y alóctonos (rojo) encontrados durante el muestreo del año 2025 en la zona norte (desde Presa de las Nieves hasta la Presa del Gasco) y la zona sur (desde la Presa del Gasco hasta el norte Villanueva del Pardillo) del Parque Regional del Curso Medio del Río Guadarrama.
Como podemos observar en la tabla, todos los mesocarnívoros, salvo el tejón, se encontraron en ambas zonas del Parque Regional en algún momento del muestreo. Esto sugiere que el río funciona como un corredor bien estructurado, que permite a estas especies desplazarse con relativa facilidad entre diferentes áreas, facilitando la conexión entre hábitats y contribuyendo a la biodiversidad del entorno. Además, la continuidad del corredor puede ser clave para la supervivencia de las poblaciones de mesocarnívoros presentes.
En cuanto a los mesocarnívoros identificados, el tejón (Figura 7) destaca por su alta sensibilidad a la presencia humana y su preferencia por áreas con matorrales densos. Además, es una especie muy esquiva, y sus poblaciones son mucho menos abundantes en el territorio nacional en comparación con otros mesocarnívoros. Esta combinación de factores hace que su detección sea más complicada, lo que subraya la importancia de mantener corredores naturales y zonas de refugio que permitan su supervivencia y desplazamiento seguro. Además, la cámara que registró esta especie estaba situada en un lugar de difícil acceso, donde no se detectó la presencia humana en ningún momento del estudio. Esto contrasta con la mayoría de las demás cámaras, en las que se registró actividad humana al menos en una ocasión.
Figura 7: Grabación de un tejón en una de la cámaras de fototrampeo
La nutria y el meloncillo, especies especialmente vulnerables a la presencia humana, contaban con registros antiguos en el parque, aunque no se habían observado de manera reciente, por lo que su presencia actual era poco clara. El meloncillo (Herpestes ichneumon) (Figura 1) es un mesocarnívoro con hábitos diurnos, por lo que suele cohabitar con el resto de mesocarnívoros sin confrontaciones directas. Su distribución estaba restringida al cuadrante suroeste de la península, pero se ha expandido hacia la zona centro, habiendo ya varias citas en la Comunidad de Madrid, área en la que aparecía ocasionalmente. Las últimas citas en los alrededores del Río Guadarrama son anteriores a 1910. En la misma linea, la presencia de la nutria (Luttra luttra) (Figura 8) en el PR se puso en duda durante los años 60 y 70 en los ríos de Madrid, y aunque hay citas de excrementos a partir de 2010, su distribución todavía es dudosa. Por ello, consideramos que estos resultados pueden ayudar a esclarecer las dudas sobre la presencia o ausencia de estas especies en el entorno del Río Guadarrama.
Figura 8: Grabación de una nutria en una de la cámaras de fototrampeo
Especies como el zorro rojo, la gineta (Figura 9) y la garduña pueden encontrarse a lo largo de todo el Parque Regional durante todo el año, mostrando que están bien asentadas y adaptadas a este entorno. Aunque la gineta y la garduña son mucho más sensibles a la presencia humana que el zorro, su aparición recurrente sugiere que, si bien existe presión antrópica, esta no es lo suficientemente intensa ni constante como para desplazar a estas especies del parque. La mayor presencia de terreno y menor presencia humana puede ayudar a que estos mesocarnívoros puedan desarrollarse con mayor facilidad y menores presiones externas.
Figura 9: Grabación de una gineta en una de la cámaras de fototrampeo
La ausencia de registros de otras especies de mesocarnívoros en el área de estudio podría estar vinculada a la presencia de especies invasoras, como el visón americano (Figura 10). Esta especie compite activamente por el alimento y el hábitat con otros mustélidos, como el turón (Mustela putorius), lo que puede provocar el desplazamiento de estas especies autóctonas. A esta presión se suma la presencia de depredadores naturales, como el zorro, que está ampliamente distribuido por todo el parque. La combinación de competencia con especies invasoras y la presión ejercida por depredadores podría limitar la detección y abundancia de ciertas especies de mesocarnívoros en la zona, afectando así la composición y dinámica de la comunidad local.
Figura 10: Grabación de un visón americano en una de la cámaras de fototrampeo
Asimismo, los resultados obtenidos pueden haberse visto condicionados por diversos factores externos. Durante el mes de marzo, en la Comunidad de Madrid se registró un episodio de lluvias prolongado e intenso que dificultó la recogida de cámaras durante un periodo considerable. Esta situación provocó, además, un arrastre masivo de residuos a lo largo del cauce del río Guadarrama (Figura 11), lo que ensució sus riberas y ensanchó el cauce, generando un impacto directo sobre el hábitat de numerosos mesocarnívoros y pudiendo favorecer su desplazamiento hacia otras áreas menos alteradas.
A estas circunstancias se suma la presión humana constante que soporta la zona debido a su proximidad a varios núcleos poblacionales. Aunque esta presión tiende a intensificarse en los meses de primavera y verano, podría haber sido suficiente en determinadas fechas para alterar la presencia o detectabilidad de las especies.
Por último, cabe señalar que el robo de dos de nuestras cámaras supuso una limitación adicional, al impedir la obtención de datos en dos de los puntos clave del estudio, reduciendo así la cantidad de información recogida y las conclusiones.
Figura 11: Estado del Río Guadarrama tras el episodio de lluvias