El pasado 11 de Enero se registró en el término municipal de San Mamés, situado en el Valle de Lozoya en la Comunidad de Madrid, un ataque al ganado "cuya causa más probable es el lobo" según recoge el "Acta de inspección de daños a ganadería por ataque de cánidos" emitido por agentes forestales. El ataque se produjo a un rebaño de 243 cabras del Guadarrama, raza en peligro de extinción, perdiéndose un total de 80 reses en el ataque sufrido por el ganadero madrileño.
Las cabras estuvieron pastando ese día en el prado Ventrillo, a 2 Km. de la cuadra, acompañadas por el pastor y los tres perros hasta la hora de comer, momento en el que quedaron vigiladas por un perro. El ataque se produjo entre las 16:00 y las 17:00, provocando la pérdida de todo el rebaño durante 2 noches y un día hasta que fueron encontradas (martes, 13 de enero) 163 cabras vivas y otras 15 muertas, con mordeduras en el cuello y cuartos traseros, siguiendo desaparecidas las restantes. Estaban en la cuerda de la sierra de Guadarrama, dispersas a lo largo de 17 km,, donde se detectaron huellas y excrementos de varios ejemplares de lobo. De las cabras recuperadas 20 individuos tienen heridas leves, otra tiene heridas graves, tres han abortado y todas han sufrido cambio patente en su comportamiento (a la espera de una revisión sanitaria que se realizará en breve). La producción de leche de estas cabras se ha reducido considerablemente.
La búsqueda de cabras vivas y muertas en una superficie superior a 6.000 Ha continuó durante 6 días contando con la colaboración de vecinos, familiares, amigos y técnicos y voluntarios de la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA) y otras organizaciones que se unieron para ayudar en la búsqueda de las reses. A pesar de ello solo fueron encontradas 15 cabras muertas más, sumando un total de 30 cadáveres localizados, quedando 50 desaparecidas. La actividad de buitres leonados, buitres negros y águilas reales inicialmente contribuyó a localizar las reses muertas, pero a su vez, estas aves jcuaunto a los zorros y cuervos han hecho desaparecer sus restos con mucha rapidez.
El rebaño es manejado en régimen extensivo, duerme estabulado y es conducido diariamente al monte por el pastor acompañado por perros, aprovechando un monte comunal ubicado en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama. Las cabras producen leche para la fabricación de quesos artesanales de alta calidad. El mantenimiento de este tipo de ganado manejado de forma tradicional en la Sierra de Guadarrama, constituye un aspecto fundamental para la biodiversidad, el paisaje y el patrimonio cultural y etnográfico de la región.
El ataque sufrido el domingo 11 de enero de 2015 ha puesto de manifiesto que la presencia del lobo pone en jaque la supervivencia de explotaciones como la de la familia Colmenarejo si no se toman las medidas preventivas, correctoras y compensatorias adecuadas, por lo que ACA está estudiando acciones que permitan en el futuro prevenir este tipo de situaciones y en la medida de lo posible paliar la situación en la que se encuentra en estos momentos esta explotación ganadera.
ACA facilita la participación de la sociedad por medio de programas de voluntariado y otras acciones solidarias. Por otro lado, entiende que el Gobierno de la Comunidad de Madrid debe proteger la joya zoológica que es el lobo pero también tiene la responsabilidad de poner todos los medios necesarios para garantizar la supervivencia de nuestra ganadería tradicional.
Por ello, es necesario que las autoridades ambientales sean cada vez más conscientes de esta problemática que emerge en la región con la expansión del lobo ibérico en la Comunidad de Madrid, con el fin de adoptar con la celeridad suficiente las medidas necesarias, tanto con la puesta en marcha de mecanismos de compensación a aquellas explotaciones ganaderas que puedan sufrir incidencias como la acaecida, como ayudar a realizar las inversiones necesarias para mejorar la gestión de las cabañas ganaderas y adaptarlas a la nueva presencia del lobo en la región.
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