Valvanera Ulargi introdujo la sesión comentando algunos de los puntos de la ley de cambio climático y transición energética. Se habló de la necesidad de transformarnos en clave de sostenibilidad, anticipándonos al modelo económico que está por venir.
La ley va a evitar costes, impactos sociales, va a facilitar el aprovechamiento de nuevos nichos verdes y dará credibilidad a las inversiones (tanto públicas como privadas). Destacó que los objetivos de España están por encima de los impuestos por la UE y que se cuenta con diferentes instrumentos de planificación como el plan integrado de energía clima, plan de adaptación al cambio climático… Esta ley cambia la forma de financiación: “apuesta por un modelo en el que el presupuesto destina un 35% a la lucha del cambio climático”. Destaca la coordinación entre agendas de forma que no sean independientes.
Tras esta introducción se pasó a la primera mesa de debate en la que el tema era el camino de la electrificación al hidrógeno. Isabel del Olmo realizó una breve introducción con algunos datos como el objetivo para 2030 de que un 74% de las energías sean renovables o que en 2040 se espera que todos los turismos y vehículos comerciales sean 0 gramos emisión de carbono.
Destacó respecto a la ley de cambio climático: “Es la primera vez que se saca un plan con vigencia hasta diciembre de 2023 para que haya cierta continuidad”.
En esta mesa los ponentes estuvieron de acuerdo en muchos puntos respecto al hidrogeno como que actualmente para los vehículos ligeros la opción de batería es mejor y más rentable debido a la evolución que ha tenido durante los últimos años abaratando costes. Se habló de complementación entre la pila y la batería, aunque actualmente la batería se encuentre por delante en la carrera se enfrenta a otras barreras. La tecnología del hidrógeno es una tecnología inmadura y más allá de la eficiencia energética es necesario que alcance unos precios asequibles. Isabel Büschel destaca: “El hidrogeno verde llegara a donde las energías sostenibles no pueden llegar”.
Juan José Alma comentó que el hidrógeno solo tendría sentido si se produjese a partir de energías renovables. Utilizar el hidrogeno es un rodeo, hay que utilizarlo para aquellas cosas para las cuales no hay una alternativa. En el transporte pesado el hidrogeno está relativamente cerca de ser competitivo ya que cuesta ver el papel de la batería en un avión, por ejemplo. El hidrógeno se usará para aquellas cosas que realmente lo necesiten, poseerá su propio nicho, por lo que se van a necesitar unos requerimientos de hidrógeno. No somos conscientes de que la diferencia del impacto de ACV entre un coche eléctrico y otro diésel/gasolina varía en varios ordenes de magnitud” el impacto ambiental de esta nueva tecnología es mucho menor de todas formas.
El tema de la segunda mesa redonda fue el cambio modal hacia el transporte colectivo. La percepción que tiene la población de riesgo respecto al COVID en transporte público es alta, pero en realidad este riesgo no lo es, se ha trabajado mucho en los protocolos de seguridad para hacerlo un espacio completamente seguro. Esta percepción del transporte público se propició principalmente por noticas de prensa, especialmente al principio de la pandemia, que daban esta idea a la población. Antonio Lucio insistió en que ahora se debería hacer una campaña para que la gente vuelva al transporte público ya que, si no, nos enfrentamos a otro peligro que también provoca muchas muertes como es la contaminación. Se debería reducir el tiempo de viaje puesto que es una variable que hace que el transporte privado sea muy competitivo, si a esto se le suma la variable COVID el transporte privado aumenta. La gente volverá al transporte público cuando el tiempo de viaje sea menor que en coche privado, por ello hay que seguir trabajando en ello e intentar quitar el miedo instaurado en los usuarios de este tipo de transporte. Tal como está planteado ahora mismo el sistema de movilidad no es sostenible. Se destaca que no es todo electrificar flotas, sino muchas más cosas, como trabajar en revertir prioridades de movilidad. Más vale dos autobuses diésel que el equivalente en coches eléctricos.
Lucía Checa [www.linkedin.com/in/lucía-checa-193627189]
31/05/2021