BIM y la transformación de las infraestructuras del ciclo integral del agua

La sesión corrió a cargo de Raúl Fernández director de ingeniería en Tedagua y Mario Araus gerente de explotación en Acuamed.

La digitalización del ciclo del agua es una necesidad urgente por este motivo estas empresas trabajan para mejorar la gestión y sostenibilidad hídrica, asegurando la disponibilidad y calidad del agua frente al cambio climático.

BIM (Building Information Modeling), es una de las herramientas imprescindibles para conseguir la transformación digital en las infraestructuras del ciclo del agua, con una metodología de trabajo colaborativo. Consiste en centralizar toda la información del proyecto en un modelo de información digital creado por todos sus agentes; integrando toda la información gráfica, económica y temporal, lo que permitirá a los agentes colaborar en las fases correspondientes del ciclo de vida de las infraestructuras, y contribuirá a mejorar la metodología de trabajo tradicional en el diseño, ejecución y operación de dichas infraestructuras.

Fuente: iAgua, Pablo González-Cebrián

El primero en intervenir fue Raúl Fernández de Tedagua, empresa especializada en el diseño, construcción, operación y mantenimiento de plantas desaladoras, potabilizadoras y de tratamiento y reutilización de aguas residuales. Destacó los beneficios de utilizar la metodología BIM en los proyectos gestionados por Tedagua, entre ellos: la optimización de los procesos y la prolongación de la duración de los proyectos en el sector del agua. Además, enfatizó las ventajas de esta herramienta para ayudar a reducir o eliminar los errores y para el trabajo en equipo, aumentando la colaboración a este respecto. 

También señaló que la diferencia entre el método de diseño tradicional y BIM es que con el método BIM, todos los participantes pueden acceder a la información que necesitan, mientras que con el método de diseño tradicional hay muchos documentos en posesión de diferentes miembros del equipo.

Destacó el impulso administrativo para la implementación de esta tecnología, señalando que el plan BIM establece calendarios de implementación graduales para garantizar que nadie se quede atrás. La exposición ofreció una panorámica sobre los beneficios que la implantación de esta tecnología ha tenido en los proyectos gestionados por Tedagua y que le han permitido estar certificados.

La segunda parte de la sesión corrió a cargo de Mario Araus, gerente de explotación en Acuamed, sociedad estatal que tiene la responsabilidad de actuar en las aguas de las cuencas mediterráneas.

Afirmó que la finalidad de introducir la metodología BIM es centralizar toda la información del proyecto en un modelo de información digital creado por todos sus agentes. Los objetivos principales que se pueden conseguir mediante la implantación de esta herramienta BIM en los proyectos son: aumentar los recursos hídricos, mejorar la gestión del agua y restaurar el medio ambiente. 

Hasta el momento, al aplicar BIM en los proyectos, han observado: eficiencia de costes y disminución de errores. La aplicación del BIM, es importante para digitalizar los proyectos de manera bien organizada a fin de facilitar la transferencia de información precisa entre las distintas fases del proyecto, lo que proporciona mayor calidad y detalle.

De cara al futuro contemplan el BIM como una herramienta muy útil en proyectos del ciclo del agua, pudiendo ofrecer numerosos beneficios y esperan que en un horizonte temporal 2030 llegar a su integración efectiva; a fin de prolongar la vida útil de las infraestructuras. 

El camino a recorrer es muy largo. Uno de los principios fundamentales de la Agenda 2030, es “no dejar a nadie atrás”, mediante el Plan Nacional de Integración del BIM. Esta herramienta está aquí para quedarse y va a ser trascendental en la digitalización del agua.

 

Autora: María Concepción Álvarez Leal

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