El proyecto ASSIST, financiado por el programa H2020 de investigación e innovación de la Unión Europea, se ha llevado a cabo en seis países durante tres años con el objetivo de combatir la pobreza energética a través de tres ejes: la implicación activa de las personas consumidoras en el mercado energético, los cambios positivos de conducta sobre el uso de la energía y la influencia en el diseño de las políticas de atención a la pobreza energética.
La Asociación de Ciencias Ambientales (ACA) ha participado en el proyecto a través de la presencia activa de José Luis López como miembro del comité nacional de expertos de ASSIST, integrado por profesionales del sector empresarial, social y público para asegurar que las actividades llevadas a cabo como parte del proyecto tuvieran un impacto efectivo sobre la vulnerabilidad y la pobreza energética.
El proyecto, coordinado en España por la asociación Ecoserveis, ha impulsado una red de apoyo para el ahorro de energía en el hogar desde la cual se han abordado los aspectos técnicos y sociales del problema para reducir los obstáculos del mercado energético a los cuales se enfrenta la población más vulnerable.
Para alcanzar su objetivo, a nivel nacional se han llevado a cabo cinco acciones piloto en las cuales han participado distintos perfiles profesionales. Esta diversidad ha permitido poner a prueba diferentes metodologías de intervención con personas en situación de vulnerabilidad energética y valorar de forma individual barreras y oportunidades.
Del Servicio de Asistencia Domiciliaria a las Cooperativas Eléctricas
A nivel nacional, las cinco acciones piloto se han divido entre tres, según el tipo de perfil profesional que ha recibido formación como agente energético doméstico (AED) y que luego ha actuado asesorando a las personas usuarias. En concreto, se han formado profesionales de atención al público de cooperativas eléctricas, profesionales de atención directa del servicio de asistencia domiciliaria y profesionales del servicio de teleasistencia en distintas regiones de Cataluña y la Comunidad Valenciana.
Las profesionales se han formado durante un mes y medio de forma semipresencial en conceptos básicos de energía, atención social, comunicación, asesoramiento en los suministros energéticos y en cambios de comportamiento positivos sobre el uso de la energía en el hogar.
Una vez completada la formación, las AED han asesorado a las personas usuarias que han querido participar en el proyecto, acompañándolas en un proceso de empoderamiento en el ámbito energético para luchar contra las situaciones de vulnerabilidad energética en las que se encuentran.
Las metodologías de intervención han variado en función de los pilotos. En el caso de las acciones realizadas con el servicio de asistencia domiciliaria, las intervenciones con las personas usuarias se han llevado a cabo en el hogar y de forma continuada con visitas semanales o incluso diarias en un período de seis meses. En el caso de teleasistencia se han realizado dos visitas en el hogar (una al inicio y una al final) y se ha realizado seguimiento telefónico durante el transcurso de la acción. En las cooperativas eléctricas la atención ha sido en la oficina y se ha atendido a demanda de las personas interesadas.
Durante las intervenciones, ya sea en el hogar, telefónicamente o en la oficina, se ha hecho una atención personalizada para que la persona usuaria comprobara que es posible el ahorro energético y, en consecuencia, económico. Las gestiones llevadas a cabo se han centrado, por un lado, en la asesoría de las facturas energéticas, incluyendo bajadas de potencia, contratación de la discriminación horaria y acompañamiento en la solicitud del bono social. Por otro lado, se ha incidido en la necesidad de mejorar los hábitos para conseguir una mayor eficiencia pero también para mejor los niveles de confort.
Impacto en el ahorro energético y mejora del empoderamiento
En total, se han beneficiado del proyecto 12.482 personas a través de acciones de participación directa, eventos divulgativos y acciones de participación indirecta, asesoradas por los 93 agentes energéticos domésticos que han estado activos en todo el período de la acción.
De media, se ha conseguido un ahorro energético del 4,5% en los hogares que se han asesorado directamente durante los seis meses de intervención. Este indicador se considera muy positivo, más aún teniendo en cuenta que los hogares en situación de vulnerabilidad utilizan menos energía que la media de la población.
Otro factor destacado medido por el proyecto ha sido la mejora del empoderamiento de las personas usuarias en cuanto al control de la energía doméstica. Para evaluar este índice se utilizó la autopercepción antes y después de la intervención. Las personas usuarias han declarado una media de mejora del 3,9 en el factor de empoderamiento.
La importancia del vínculo emocional
Gracias a los pilotos enmarcados en los servicios de asistencia domiciliaria se ha constatado que una intervención continuada en el tiempo y con profesionales que tienen un vínculo emocional ya creado con las personas usuarias se puede optimizar el asesoramiento energético. Este vínculo ha permitido que las personas usuarias confiaran más en las profesionales que las has asesorado para reducir sus consumos energéticos, mejorar los niveles de confort y al mismo tiempo ahorrar en los costes de los suministros.
Para conocer en profundidad el proyecto, la web accesible es http://assist2gether.eu/