El Real Decreto que regula las medidas destinadas a la protección de las aves para evitar la colisión y electrocución contra las líneas de alta tensión se encuentra desfasado y el Miteco trabaja el borrador del nuevo.
La electrocución y la colisión con tendidos eléctricos son una de las principales causas de mortalidad no natural para muchas de las especies de aves más amenazadas. Sin embargo, tras más de diez años desde la entrada en vigor del Real Decreto que establece las normas de carácter técnico aplicables para evitar este riesgo se ha demostrado su ineficacia.
La jefa del servicio de Biodiversidad del Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITERD), Noemí Rueda, señaló que el Gobierno está desarrollando el borrador de un nuevo texto que espera que podría salir a consulta pública antes de que acabe el año. A su juicio, científicos, administraciones, empresas y ciudadanos deben coordinarse para encontrar una solución y destacó que es mucho más económico diseñar bien que corregir las líneas eléctricas para evitar la electrocución de aves.
La priorización de zonas de protección de aves es una herramienta eficaz para tardar menos tiempo en reducir las muertes de avifauna.
Miguel Ferrer Baena, profesor de Investigación en la Estación Biológica de Doñana, fue más allá al analizar las razones del fracaso de la normativa estatal y afirmó que “desprecia la información científica existente”. Así, asume una relación entre densidad de aves y electrocuciones que no existe e ignora la capacidad predictiva de los modelos de priorización.
La peligrosidad de los apoyos no depende de su localización dentro o fuera de las zonas marcadas por el Real Decreto, sino de su diseño y del hábitat próximo y por eso hay torres que ocasionan numerosas muertes de animales, mientras que otras no registran incidentes. “El 90 por ciento de las víctimas se concentran en menos del 15 por ciento de los apoyos”, concretó Ferrer.
La reacción de las comunidades autónomas ante la falta de eficacia de la aplicación del Real Decreto ha sido ir ampliando las zonas de aplicación. Castilla y León ha declarado todo su territorio como zona de protección. Sin embargo, esa no es la solución, sino todo lo contrario porque no refleja en qué puntos concretos es más urgente actuar.
Aplicar la investigación llevada a en Andalucía 20 años antes de la publicación del actual Real Decreto para actuar en el 20 por ciento de los apoyos eléctricos consiguió una reducción de la mortalidad en un 82 por ciento global. Para una especie tan amenazada como el águila imperial ha supuesto pasar de 21 parejas en esta comunidad en 1982 a las 130 actuales, con el mayor crecimiento anual registrado en la historia.
Seguir avanzando en la investigación para evitar la electrocución y las colisiones de avifauna es posible. Para ello se deben retomar las pruebas de laboratorio en busca de diseños de apoyos de tendidos eléctricos más seguros.
Jorge Pina, responsable de Medio Ambiente de Endesa, puso de relieve que pese a las fuertes inversiones de realizadas, las partidas destinadas son insuficientes. Por ello hay que dar un nuevo enfoque a la solución del problema y desarrollar el nuevo Real Decreto es la mejor ocasión para hacerlo.
Ana Carlos [ https://www.deficitdenaturaleza.com]
02/06/2021