El colapso generado por el desarrollo de las infraestructuras grises durante años hacen necesario revertir ese proceso naturalizando las ciudades
En un contexto con tres crisis (la crisis climática, la pérdida de biodiversidad y la sanitaria) queda de manifiesto que sufrimos las consecuencias de un desarrollo que no ha sido respetuoso con la naturaleza. Ahora ha llegado el momento de actuar con urgencia y reforzar el papel de la naturaleza como herramienta para encontrar soluciones, tal y como manifestó Alicia Tarrego, directora de la Fundación Conama.
Las ciudades han sido concebidas con las infraestructuras como puerta de entrada y eso ha producido efectos adversos como la retención del calor o la impermeabilización de los suelos, entre otros ejemplos. Elena Pita Domínguez, directora de la Fundación Biodiversidad, indicó que para reducir estos problemas tenemos la necesidad de integrar la naturaleza.
“Si los fines de semana hay estampida fuera de la ciudad es que la vida en ellas no es tan idílica”, según Gabino Carballo, del Ayuntamiento de Barcelona
Esa necesidad ya ha sido detectada y empezado a aplicar en Murcia, según detalló Jaime Zulueta, de la Consejería de Fomento e Infraestructuras de la Región de Murcia. Allí el problema de las Danas, cada vez más frecuentes y violentas, han ocasionado daños por más de 500 millones de euros. Las medidas que se están llevando a cabo para evitar estas severas consecuencias pasan por diversas soluciones basadas en la naturaleza (SBN), desde setos para evitar la erosión, plantas para absorber nutrientes para que no lleguen al Mar Menor y zonas de drenaje para acabar con las inundaciones.
Andrés F. Alcántara, del departamento de Desarrollo Corporativo de UINC, dijo que la ciudadanía demanda a las administraciones ciudades saludables y los fondos europeos suponen una gran oportunidad.
Sacar adelante este tipo de soluciones requiere liderazgo político, medios y conocimiento técnico. Pero además pueden surgir reticencias. Algunos sectores, como puede ser la arquitectura, pueden entender que las SBN suponen una enmienda a la totalidad respecto al trabajo que han realizado toda la vida y mostrar recelo ante el cambio radical de muchos paradigmas. No obstante, “poner negro sobre blanco los beneficios de las soluciones basadas en la naturaleza va a servir para mejorar la percepción de los mismos desde todos los sectores” a juicio de, Efrén Feliu, gerente de Cambio Climático de Tecnalia. También es importante su potencial para la creación de empleo porque muchas de sus técnicas se realizan a mano y además hay que estar capacitado para hacerlo.
Francisco Bergua, jefe del Servicio de Jardines del Ayuntamiento de Zaragoza consideró que las SBN resultan más baratas que la construcción tradicional y defendió que solo hay que considerar todos los servicios que los jardines generan en las ciudades y que los ciudadanos han valorado durante esta pandemia.
“Si el fin de semana hay estampida fuera de la ciudad es que la vida en ellas no es tan idílica”, añadió Gabino Carballo, del Ayuntamiento de Barcelona, que destaca las múltiples actuaciones que se están realizando para intentar bajar los niveles de contaminación atmosférica y acústica; recuperar para los peatones espacios que ocupaban los vehículos o favorecer una movilidad más sostenible. Sin embargo lamenta que frente a eso el Estado dice que hay que agrandar tanto el puerto como el aeropuerto. “Los gobiernos tienen que ponerse de acuerdo para modificar los parámetros de la economía para hacerla más sostenible y no seguir apostando por lo de siempre y simplemente poner cuatro plantas para tener a la gente contenta”.
Ana Carlos [https://www.deficitdenaturaleza.com]
02/06/2021