La ciudad de proximidad, también conocida como la ciudad de los 15 minutos, se alinea con el modelo tradicional de la ciudad mediterránea, compacta, densa y con diversidad de usos, afirmó Sonia Hernández Partal (MITMA)
Se inició la sesión con dos ponencias para contextualizar el modelo de ciudad de proximidad, resiliente y sostenible aplicada a las ciudades españolas. La subdirectora adjunta de políticas urbanas del MITMA Sonia Hernández Partal describió la Agenda Urbana Española aprobada en 2019, alineada con los acuerdos internacionales, en la cual se conceptualizan las áreas urbanas de manera estratégica, transversal y holística escribiéndola en su conjunto como el ecosistema urbano. Entre sus objetivos resaltó evitar la dispersión urbana y revitalizar la ciudad existente, y favorecer la proximidad y la movilidad sostenible. Afirmó que la ciudad mediterránea tradicional compacta, densa y con diversidad de usos se aproxima al concepto de ciudad de proximidad o de los 15 minutos que representa un modelo urbano eficiente. Marta Olazabal Salgado, investigadora principal del Basque Centre for Climate Change habló sobre el pacto verde europeo el cual representa una hoja de ruta para hacer que la economía de la UE sea sostenible, haciendo que la transición sea justa e integradora para todos. Expresó que los retos que deberíamos considerar en las estrategias urbanas no están totalmente representados en dicho pacto y que debemos transferir procesos en vez de soluciones requiriendose máyor diversidad de fuentes de conocimiento. En cuanto al reto urbano de la adaptación al cambio climático, el progreso se concentra en ciudades grandes y ricas mientras hay una falta general de implementación de medidas en el resto, no se integran proyecciones socieconómicas y no se conectan los diagnósticos con las soluciones.
La definición del problema y del espacio de soluciones que se percibe en el contexto del PACTO VERDE EUROPEO son apenas la punta del iceberg, los RETOS que debemos considerar en las estrategias urbanas a futuro son inmensas, explicó Marta Olazabal Salgado, Investigadora Principal Basque Centre for Climate Change