“¿Estamos preparados en España para este tipo de medidas?” cuestionaba durante la ponencia Fernando Pérez Burgos, en representación de la Subdirección General para la Protección de la Costa, haciendo referencia a la aplicación de medidas de liberación del Dominio Público Marítimo Terrestre (DPMT) llevadas a cabo en otros países.
La gobernanza y la resiliencia son los dos actores principales en lo que a la adaptación de la costa al cambio climático se refiere.
Con respecto a la gobernanza, los ponentes evidenciaron la necesidad de que exista un consenso entre los distintos sectores involucrados, con el objetivo puesto en los beneficios que se obtendrán. Como ejemplo expusieron el caso de la creación de los espacios verdes-azules en Vilanova i la Geltrú y del Proyecto Life Adapt Cala Millor. Sin embargo, en ambas intervenciones se pusieron de manifiesto las dificultades respecto a los recursos, junto con algunos “puntos conflictivos”.
Por otro lado, la resiliencia estuvo presente en todas las ponencias, siendo uno de los enfoques prioritarios del Plan Estratégico Nacional para la Protección de la Costa, cuyo objetivo a largo plazo (para el año 2045), es el aumento de la resiliencia natural del medio físico.
Para ello se plantean siete objetivos estratégicos, entre los que se encuentra la liberación del DPMT o la recuperación de los elementos naturales del mismo. En este sentido, se manifestó el deseo de potenciar otras soluciones frente a las actuaciones tradicionales, como son las Soluciones Basadas en la Naturaleza (SBN). En el caso de las inundaciones costeras por efecto del cambio climático en áreas urbanas de la Macaronesia, las soluciones tradicionales (por ejemplo, la creación de diques) no eran viables desde el punto de vista económico y ambiental, así pues, se optó por el diseño de un Marco de Adaptación Flexible ya que resultaba más ajustable, retroalimentable y permitía que las medidas se pudieran replicar a otros núcleos de características similares (implementación de un sistema de alerta temprana de inundación, delimitación de la lámina de agua, …).
Finalmente, se concretaron los retos a los que se enfrenta la adaptación al cambio climático en la costa: la búsqueda y programación de los recursos, la capacidad de generar consenso con respecto a la problemática existente, la gobernanza, la educación social, la gestión de los servicios municipales y los municipios de costa, y la importancia del tiempo, citando a David Gutierrez-Solana “hace falta la toma de decisiones valientes”. Además de la problemática asociada a la planificación urbanística, para lo cual Fernando Pérez Burgos acuñó el término “Fuera de Ordenación Climática” para referirse a aquellos resquicios de una planificación urbanística obsoleta con las que tiene que lidiar la actual gestión, sin olvidar los plazos inherentes a la mencionada planificación urbanística.
Para concluir, el futuro de la adaptación al cambio climático en la costa se plantea alentador si se persigue la senda indicada, aunque sigue quedando mucho camino aún por recorrer. La pregunta es “¿estamos preparados en España para este tipo de medidas?”.
Marta Mora Sánchez
03/12/2024
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Esta investigación ha sido financiada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico pero no expresa la opinión del mismo. |