LA DESAPERCIBIDA VINCULACIÓN ENTRE CAMBIO CLIMÁTICO Y MOVILIDAD HUMANA ES YA INNEGABLE
AE-43, Energía, eficiencia y cambio climático, 27 de noviembre
“El estatuto de refugiado climático no está recogido en el Derecho Internacional, pero ello no significa que no sea una realidad” destacan los ponentes.
Cristina Monge, de ECODES, da inicio a el primer acto público de la “nueva alianza” formada por Ayuda en Acción, ECODES y Entreculturas, tres organizaciones sociales cuya colaboración se ve reflejada en el informe “Desplazamientos y migraciones climáticas: un reto que debemos afrontar”. Entusiasmada por el trabajo en común, Cristina Monge asegura que “desafíos sociales y desafíos ambientales se dan la mano”.
Susana Borras, profesora de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales, continua la sesión esbozando las ideas principales de dicho informe, cuya redacción estuvo en manos de Beatriz Felipe Pérez que, aunque no pudo asistir presencialmente a la sesión, no fue olvidada por ninguno de los ponentes.
Susana se remonta a los años setenta, década en que se empieza a plantear el análisis de esta problemática migratoria. Posteriormente, realiza un interesante trabajo de síntesis para describir las ideas principales que quiere trasmitir el informe. En primer lugar, la innegable conexión entre cambio climático y movilidad humana, haciendo hincapié en la idea de que el cambio climático no es un factor unicausal de la migración, sino que intensifica y acrecienta otros factores de carácter estructural que, además, afectan a las poblaciones más vulnerables. En segundo lugar, se alude a la necesidad de crear el estatuto de refugiado climático, inexistente en el derecho internacional. En tercer lugar, ha mencionado la problemática de las cifras. Y, por último, ha hecho alusión a las actualizaciones en cuanto a retos políticos y jurídicos.
Posteriormente, Manuel Carmona Yebra, responsable de políticas de adaptación al cambio climático de la dirección general del clima, nos ofrece una visión más europea del conflicto, y propone la cooperación entre países para solucionar un problema ante el que es “imposible cerrar los ojos”. E insiste: “ayudar al vecino a que se adapte al cambio climático es de nuestro interés”.
En la última parte de la sesión, se da paso a las recomendaciones del informe. Comienza Alberto Casado Valera, de Ayuda en Acción, que insiste en superar el vacío jurídico existente y utilizar medidas y agendas que ya están sobre la mesa para establecer políticas concretas de protección. En segundo lugar, coge las riendas de la ponencia Irene Ortega Guerrero, de Entreculturas, que pone de manifiesto la responsabilidad de las empresas, el ciudadano como consumidor y los estados del norte global, a quienes atribuye una obligación moral por su responsabilidad histórica en la producción del cambio climático. Por último, interviene Cristina de nuevo, numerando los actores principales de cambio: la política, el mundo empresarial, el ámbito científico y del conocimiento (necesidad de más investigación en este campo e interdisciplinariedad), los medios de comunicaciones y la ciudadanía.
Para concluir, se da paso a un interesante debate, en el que se profundiza en las ideas anteriores y se da voz a las aportaciones del público.
Enhorabuena por la apasionante sesión y el excelente trabajo realizado.
Marta López Chamorro, estudiante de Ciencias Ambientales en la Universidad de Alcalá de Henares (Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.)
Andrea Ramos Iglesias, estudiante de Sociología y Relaciones Internacionales en la Universidad Complutense de Madrid (Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.)