Si la Educación Ambiental siempre ha sido necesaria, su papel se hace especialmente relevante en el contexto actual de crisis climática. Sin embargo, ¿estamos viendo un progreso?, ¿cómo podemos mejorar?, ¿hacia qué sector de la sociedad deberíamos enfocar nuestros esfuerzos? Todas estas preguntas son necesarias para garantizar que nuestros proyectos van por el buen camino.
En primer lugar la sesión aborda la importancia de medir el impacto de la educación ambiental. En todos los proyectos se destaca la dificultad de este seguimiento, ya que normalmente se lleva a cabo mediante encuestas de satisfacción que suelen tener buenos resultados, pero ¿son representativos?
Desde las diferentes asociaciones y centros de educación ambiental se suele trasladar un mensaje de urgencia acerca del cambio climático y se intenta inculcar diferentes gestos que se conviertan en hábitos sostenibles pero, ¿realmente la ciudadanía adhiere estos hábitos a su rutina? ¿Y las empresas y entidades con las que se trabaja?
Actualmente, se está haciendo hincapié en cambiar y acentuar el seguimiento de estos proyectos para localizar los puntos fuertes y débiles de cada uno y seguir mejorando. Cabe destacar que gracias al Plan de Educación Ambiental para la Sostenibilidad (PAEAS) la sensibilización ambiental se está llevando a las aulas independientemente de la asignatura.
En segundo lugar se analizó la educación ambiental como herramienta de cambio social. Los diferentes proyectos y asociaciones tratan de dar valor a todos los grupos sociales, desde niños hasta personas de la tercera edad, pasando por mujeres desempleadas que se reúnen gracias al proyecto “Café Forestal”.
Los proyectos fueron valorados muy positivamente, ejemplo de ello son “Pájaros de calle” llevado a cabo en el Instituto Lope de Vega del Barrio San Isidro, que tiene un gran índice de personas en riesgo de exclusión social. Este taller duró dos meses y gracias a la implicación de diversos agentes y al uso del arte y la literatura junto con la concienciación ambiental, el mensaje caló plenamente en los alumnos. Los talleres con personas de la tercera edad también tuvieron gran éxito. La concienciación en este grupo tiene gran importancia ya que funcionan como nexo entre talleres y familias, permitiendo un gran alcance y una dispersión de los conocimientos adquiridos. Otros ejemplos de talleres son huertos verticales realizados por alumnos de FP o el proyecto Bajurec, cuyo objetivo es evitar la contaminación del mar, para lo que trabaja con personal del sector pesquero y fabricantes de embarcaciones.
Otro de los proyectos presentados en la sesión fue la iniciativa de ASPAPEL, un concurso de cuentos sobre “El gran papel del bosque” enfocado a los cursos de 4º, 5º y 6º de Primaria.
Ya con más detalle hablaron del proyecto “Café forestal”, financiado por el Ayuntamiento de Valencia y que ofrece un programa de Empleos Verdes por el Clima. Gracias a esta iniciativa también se han generado recursos didácticos orientados a profesores y alumnos.
Por su lado, el centro de recuperación de animales GREFA expuso su experiencia sobre el proyecto “Conocimiento y Conservación de Biodiversidad Esteparia”, a través del cual se ofrecen talleres y visitas a animales no reinsertables, así como la enseñanza de conocimientos sobre las estepas.
Por último, un grupo de chicos y chicas de la Conferencia Internacional de Jóvenes - Cuidemos el Planeta (CONFINT) narraron su experiencia en la misma. Esta iniciativa trata de animar a los jóvenes a tomar responsabilidades individuales y a imaginar cambios, además ayuda a dar voz a los mismos. Esta ponencia concluye con una dinámica llevada a cabo por jóvenes de distintas edades y localidades en las que invitan a reflexionar sobre diferentes conceptos como la Paz o la Democracia y su relación con el medioambiente.
Gracias a todas estas ideas vemos como la concienciación ambiental no sólo ayuda a tener un planeta más verde sino también una sociedad justa. Además, podemos ver también cómo gracias a la imaginación podemos construir escenarios futuros deseables y necesarios, sino, ¿Cómo podríamos imaginar el futuro por el cual queremos cambiar y luchar? Con autocrítica, integración e imaginación aseguraremos que nuestros esfuerzos llevan a buen puerto y construiremos una sociedad más sostenible.
Por: Claudia Gutiérrez
05/12/2024
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Esta investigación ha sido financiada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico pero no expresa la opinión del mismo. |