En un mundo cada vez más consciente de la urgencia climática y de la escasez de recursos, el sector del agua se ve obligado a renovarse en toda su plenitud. No se trata solo de reformar las infraestructuras obsoletas, sino de pararse a pensar en cómo estamos gestionando el recurso más vital de nuestras vidas.
La compañía MYTRA, referente a nivel internacional y ahora parte de Acciona, plantea un nuevo paradigma: la digitalización de las infraestructuras y su disposición al servicio del ciudadano, siempre adaptándose a las exigencias que se den. Su colaboración con el Canal de Isabel II es solo un ejemplo del impacto de estas soluciones.
No obstante, este movimiento se está dando en más entidades nacionales. Desde Santander hasta Andalucía, el impulso de los PERTE (Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica) está abriendo caminos para que pequeñas entidades como Aqualia, EMASESA, Aljarafesa, Proaxa o GIASA lleven la digitalización del agua a cualquier municipio de España.
Aqualia ha apostado por una plataforma de telelectura que al que el usuario tiene total accesibilidad, dándole información en tiempo real. Por otra parte, EMASESA ha apostado por herramientas predictivas en su red. Aljarafesa, con el proyecto GAIA, elige el empleo de la inteligencia artificial para reducir pérdidas. Y en Córdoba, Proaxa enfrenta el desafío de mejorar infraestructuras en municipios más pequeños. GIASA, por su parte, protege zonas sensibles a nivel medioambiental como el Parque Nacional de Doñana a través de una digitalización extensiva y un enfoque hídrico-energético.
Recogiendo todo esto, hablar de agua ya se trata solo de contadores, tuberías y facturas. Se trata de ciberseguridad, inteligencia artificial, gemelos digitales, espacios interconectados y transparencia con el usuario; el cliente se convierte en una parte más del ciclo integral del agua.
Este cambio no solo busca igualar las condiciones entre grandes ciudades y pequeños municipios, sino que traza un camino en el que prevalece la eficiencia energética, la sostenibilidad y un sector más justo y respetuoso. Un futuro en el que cada gota, y cada dato, cuenta.
Autora: Ana Ortiz