Sistemas de iluminación

Son varios los factores a tener en cuenta a la hora de seleccionar una iluminación adecuada para una vivienda, incluyendo la tecnología de iluminado, que será determinante para su consumo; a saber: su potencia, el flujo lumínico, el color de la luz que suministra, su vida media y la apertura de la luz. Aunque algunas de las características a seleccionar dependerán del uso al que esté destinada, un factor a tener en cuenta en cualquier caso es su consumo energético, que puede conocerse a través de su etiqueta energética.

La etiqueta energética de bombillas, que en la imagen inferior se encuentra en la posición 4, representa la eficiencia energética en una escala de A++, de color verde y correspondiendo a las bombillas más eficientes, y E, de color rojo e indicando las bombillas menos eficientes. La etiqueta indica en su parte inferior, además, el consumo de la bombilla en kWh equivalente a 1000 horas de funcionamiento.

Imagen: etiqueta energética de bombillas. Fuente: Portal del Consumidor de la Comunidad de Madrid

Además del la etiqueta energética, puede ser de utilidad conocer los siguientes términos:

  • Potencia. Indica la cantidad de electricidad que necesita para funcionar en Watios (w). Contra mayor potencia necesite pare funcionar, mayor será su consumo energético.
  • Color de la luz. En función de la temperatura a la que funcione la bombilla emitirá luz de un color diferente, desde colores más cálidos (2.000 - 3.000K), idóneos para zonas de descanso como salones o dormitorios, y colores más fríos (5.000 - 7.000K), más adecuados para despachos, cocinas y baños. Pueden encontrarse bombillas con valores intermedios de luz blanca.

Imagen: gama de colores en la iluminación. Fuente: lediagroup.com

  • Flujo lumínico. Es la cantidad de luz que aporta la bombilla. Se expresa en lúmenes (lm), y contra mayor sea, mayor cantidad de luz aporta. Lo más habitual es que se indique la eficiencia lumínica, es decir, los lúmenes por unidad de potencia: lm/W. Para comparar bombillas de distintas potencias, únicamente habrá que multiplicar la eficiencia lumínica de cada bombilla por su potencia para conocer cuál aporta mayor flujo lumínico.
  • Vida útil. Es la duración media de la bombilla en horas de funcionamiento.
  • Ángulo de apertura. Algunas bombillas, como las LED, dan una luz focalizada, con ángulos entre 40º y 120º. Contra mayor sea el ángulo, menor será el efecto foco y mejor la iluminación de la sala.

 

Tipos frecuentes de bombillas

 

Lámparas incandescentes no halógenas

Emiten luz calentando un filamento por el que transcurre la electricidad. Son las menos eficientes y con vida útil más baja. Debido a estos motivos ya no se fabrican en la Unión Europea, además la oferta de lámparas más eficientes a costes similares hace que cada vez sean más infrecuentes.

 Imagen: lámpara incandescente no halógena

Lámparas incandescentes halógenas / Eco Halógenas

De funcionamiento similar a las anteriores, pero con un filamento más corto y un gas halógeno para evitar su evaporación. Si bien tiene vidas útiles mayores que las lámparas incandescentes, presentan precios mayores y un mayor consumo energético que otras alternativas de iluminación.

 Imagen: lámpara incandescente halógena

Lámparas fluorescentes

Producen luz provocando una descarga eléctrica en un vapor de mercurio. Tiene vida útil más larga que las bombillas halógenas, y consumos energéticos moderados, si bien la calidad lumínica y color de luz no suele ser adecuado para ambientes domésticos.

Se considera que es más adecuado dejar las lámparas fluorescentes encendidas en lugar de encenderlas y apagarlas, dado el mayor consumo energético que necesitan para provocar el encendido. Sin embargo, y si bien es cierto que consumen hasta 5 veces más energía para encerderse, dicho consumo se produce durante una fracción muy reducida de tiempo y apenas equivale, en total, al consumo durante 2 o 3 segundos normales de la lámpara. Sin embargo, si es tiempo que su vida útil puede verse reducida si la frecuencia de encendido y apagado es mayor.

 Imagen: lámpara fluorescente

Lámparas fluorescentes compactas

Funcionamiento similar a las lámparas fluorescentes, pero con una composición compacta para uso doméstico. Si bien algunas requieren de un tiempo de encendido para alcanzar una luminosidad máxima, existen ya lámparas fluorocompactas de encendido rápido y muy rápido.

  Imagen: lámpara fluorescente compacta

LED

Son diodos que convierten directamente la energía eléctrica en luz. Al no poseer filamento, como las lámparas incandescentes, tiene un periodo de vida mucho mayor y son más resistentes a golpes. Por otra parte, son las más eficientes del mercado, con potencias lumínicas, colores y modelos variados para sustituir otras lámparas menos eficientes. Si bien el coste de mercado sigue siendo superior a otras lámparas, su mayor vida útil y ahorro energético las convierte en la alternativa más económica.

 Imagen: LED

 

Comparativa entre las diferentes tecnologías
  LED FLUOCOMPACTA HALÓGENA ECO
Ahorro en 2 años (en comparación con una bombilla de 40w incandescente, considerando un uso de 1.000h/año y un coste de 0,15kw/h) Ahorra 12 € Ahorra 10 € Ahorra 4 €
Vida útil Cambiarás la bombilla entre 10 y 35 años Cambiarás la bombilla entre 6 y 10 años Cambiarás la bombilla cada 2 años
Rapidez de encendido Instantánea


Recomendada para toda la casa. Ideal para continuos encendidos y apgados
Puede ser lenta, rápida, muy rápida

Recomendada en lugares donde la luz está encendida mucho tiempo (salones, habitaciones)
Instantánea


Recomendada para toda la casa. Ideal para continuos encendidos y apagados

 Imagen: cuadro comparativo entre las diferentes alternativas de iluminación

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