La sesión la inaugura Paz Ferrer, representante de Ecoacsa, introduciendo algunos efectos del cambio climático, con datos como la muerte de 312 personas y daños materiales por valor de 800 millones de euros por inundaciones en los últimos 20 años en España.
Los impactos climáticos son cada vez más notables, y ante esta perspectiva, expone la ponente, se han empezado a crear multitud de acuerdos con la intención de dirigir los flujos financieros hacia actividades positivas para la naturaleza. Destaca también la creciente demanda de transparencia por parte del público a la empresa en lo respectivo a estos temas.
A continuación, Antonio Mateo, de la secretaría general del Tesoro, introdujo el concepto de finanzas sostenibles, que será el eje del resto de la sesión, haciendo referencia al criterio ESG (environmental, social and governance). Asimismo, presentó la actual regulación europea y nacional. Destacó el reglamento de taxonomía y el reglamento de divulgación. Terminó exponiendo futuras medidas como el estándar UE bono verde o la estrategia renovada de finanzas sostenibles.
La siguiente en la mesa fue Mónica Sánchez de la OECC, quien centró su presentación en la necesidad de adaptación del cambio climático. La ponente diferenció entre riesgos físicos y de transición, y remarcó la importancia de distinguir entre mitigación y adaptación en cuanto a posibles respuestas al cambio climático. Por último, expuso las estrategias de adaptación en la UE y la importancia de aplicarlas a nivel local teniendo en cuenta el contexto.
La última ponente de la primera parte de la sesión fue Esther Palomeque, del Banco de España. Esther recalcó que el cambio climático afecta al sector bancario incrementando los riesgos tradicionales de este tipo de entidades como pueden ser el crédito o la liquidación. Igualmente, se especificaron las distintas iniciativas que el Banco de España tiene como supervisor en cuanto a la gestión de los riesgos de origen ambiental. Cabe mencionar las pruebas de resistencia, y las expectativas supervisoras.
En la segunda mesa, Mercedes Vázquez (Red eléctrica), Elena Blanco (Enagás) y Belén Pedruelo (Repsol) ofrecieron una visión acerca de como se trabajan estos riesgos en las diferentes empresas. Red eléctrica público su compromiso con el cambio climático en 2011, y a partir de ahí trazó un plan de acción que en 2019 dio lugar al proyecto TCFD de la compañía. La directora de sostenibilidad de la empresa afirma “estamos totalmente relacionados con la transición energética”.
Enagas defiende que, ante la situación actual, la sostenibilidad es una de las cinco prioridades de la empresa y actualmente aplican un modelo de gestión sostenible. Elena Blanco exponía que los dos principales asuntos materiales de la compañía relacionados con la naturaleza son la acción climática y eficiencia energética, y la gestión del capital y la biodiversidad y concluyó resaltando el enfoque de la empresa en impulsar gases renovables.
Por último, Repsol se incorporo públicamente a TCFG en 2018 y creó un grupo de trabajo encargado de marcar la ruta para cumplir los objetivos ambientales en el plazo establecido (por ejemplo, ser neutrales en emisiones en 2050).
Ainhoa Jiménez Molina
02/06/2021